¿Por qué somos impacientes?, ¿Por qué nos cuesta tanto esperar algo? Seguramente ya te ha pasado que deseas saber ESA noticia o chisme al instante y no puedes estar tranquilo o tranquila unos minutos más en lo que llega la persona que te contará sobre el suceso.
El diccionario de Cambridge define el término “Impaciencia” como “el sentimiento de que algo ocurra tan pronto como sea posible” y es algo que la mayoría de las personas ha sentido en diferentes momentos de su vida y en diferentes situaciones.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ohio, que tuvo como fin comprender los mecanismos psicológicos de esperar una recompensa más grande a comparación de la gratificación instantánea aunque tengamos una recompensa más pequeña, encontró que no nos gusta esperar y que podemos ser impacientes incluso en segundos.
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¿Por qué somos impacientes? Una posible respuesta…
“Espera un poco, un poquiiiiiiiiiiiiiiito máaaaaaaaaaaas”, pedía José José en su canción “La nave del olvido”, pero si bien muchas personas la han cantado “a todo pulmón”, el problema radicaría en la práctica de dicha petición.
El estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Ohio menciona lo siguiente:
“Encontramos una mayor percepción de tiempo de descuento y no lineal (convexo) en la tarea de espera en línea, que requería aguardar después de cada elección, en comparación con una condición de control donde la espera se aplazó hasta el final del experimento”
Los hallazgos de la investigación sugieren que las personas suelen ser impacientes no solo cuando piensan si deberían darle tiempo al tiempo para recibir una recompensa más grande o no, sino que son todavía más impacientes cuando en realidad deben hacerlo para que les den un premio mayor.
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El entorno no nos ayudaría con la impaciencia
¿Por qué somos impacientes? Lo que nos rodea tiene mucho que ver.
Sobre este tema, el doctor Jim Stone señala que nuestro entorno no nos ayuda a ser pacientes:
“Hoy tenemos más oportunidades para ser impacientes. Nuestras vidas sociales son más complicadas, nuestros horarios personales son más complicados. Nuestra tecnología es más complicada, nuestro mundo es más complicado de lo que solía ser”, explica Stone.