Los vínculos con la pareja no siempre son los más saludables, hay casos en que podemos desarrollar un vínculo inseguro o basado en la inseguridad sin darnos cuenta. Esto puede surgir cuando tenemos miedo de que la pareja nos deje o que no nos acepte tal cual somos. Así puedes reconocerlo.
Basar el vínculo con la pareja en inseguridades no es nada saludable, de hecho puede ser una fuente de conflictos, pues en lugar de sentirte tranquila con esa persona, constantemente estás a la defensiva y con muchos miedos.
Poco a poco, esta situación puede afectar tu calidad de vida, especialmente tu salud mental, pues sufres de una baja autoestima, de ansiedad y de problemas para relacionarte con otras personas de tu entorno. Esto es todo lo que tienes que saber sobre el vínculo inseguro en la pareja.
¿Cómo saber que tengo un vínculo inseguro con mi pareja?
Un vínculo inseguro en la pareja se conoce también como apego ansioso ambivalente y se caracteriza porque constantemente se busca mantener el vínculo con la pareja, por lo que ante la más mínima amenaza de que podría romperse, hay miedo y ansiedad ante de posible pérdida. Estas son las señales que delatan un vínculo inseguro:
- Sientes ansiedad constantemente
Esta es una de las principales señales del vínculo inseguro con la pareja y ocurre cuando, por ejemplo, no sabes qué hace tu pareja mientras no están juntos, por lo que empiezas a crearte historias en la cabeza, como que no le interesas o hasta que está siendo infiel.
Te da mucha ansiedad saber qué está haciendo y buscas contactarlo por todos los medios, además de saber con quién habla y con quién sale.
- Tienes celos y arranques de enojo
Como no soportas que tu pareja haga cosas sin ti, cuando sale con sus amigos sientes que no te prioriza, que no está realmente comprometido y que probablemente busca conocer a otras posibles parejas.
Tu inseguridad hace que, aunque te demuestre que solo quiere estar contigo, creas que no es suficiente y que necesitan que estén juntos la mayor parte del tiempo, para asegurarte de que no hace nada “malo”. Priorizas tanto tu relación que te olvidas de tu espacio personal.
- Hay amenazas de ruptura
Los conflictos por el vínculo inseguro son muy constantes y lo peor es que en lugar de buscar soluciones, siempre terminan con la idea de que lo mejor es acabar con la relación o tomarse un tiempo. Sin embargo, a las pocas horas o días, se vuelven a buscar como si nada o hasta son más románticos, pero sin hablar honestamente de los problemas.
Esto solo denota que hay una falta de comunicación en la relación, así como una inseguridad constante en uno o en ambos.
- No tienes buena autoestima
Es fácil que desarrolles un vínculo inseguro si constantemente te sientes inferior o que no eres suficiente para esa persona. Es posible que hasta te compares con su ex o con otras personas, lo que indica que debes trabajar primero en tu amor propio.
- Mides el interés en función de la iniciativa de tu pareja
Necesitas que te diga constantemente que le gustas, que le importas y que quiere verte, por lo que te mantienes hipervigilante, repasando conversaciones y tratando de buscar cómo comprobar lo que significas para la esa persona. Esto es una señal de que te sientes inseguro y necesitas reafirmar constantemente su interés.
Otras señales incluyen:
- Miedo a que la pareja se enoje o se disguste porque eso podría provocar que se separen.
- Miedo a expresar lo que deseas y terminar haciendo todo lo que la pareja quiere.
- Ir contando todas las que tu pareja “te debe”, acumulando mucho rencor.
- Preferir ser infeliz con la pareja que buscar una relación más sana.
¿Qué hacer para controlar el vínculo inseguro?
Cuando hay un vínculo inseguro, la mayor parte del tiempo sientes miedo y preocupaciones de que tu pareja te abandone o que no te quiera lo suficiente, lo que poco a poco, desgasta tu energía física y mental.
Al tratar de interpretar cualquier cambio de humor o de conducta de la pareja como una señal de alarma, hay reclamos constantes y puedes hacer cosas que perturban la relación y hasta te hagan sentir avergonzado después.
Lo ideal ante este tipo de conducta es buscar atención de un especialista para recibir ya sea terapia individual o de pareja, pero lo más importante es plantear la situación con la pareja para que hablen de cómo se sienten con esta dinámica.
(Con información de Psicología y Mente, Psynthesis Psicología)