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Razones para terminar una relación, aunque todavía se amen

No siempre se debe terminar una relación cuando el amor acaba, pues muchas veces ese sentimiento se confunde con dependencia o miedo a la soledad

Escrito en PAREJA el

¿Crees que al amor es suficiente para construir una relación sana? La realidad es que no y, de hecho, hay varias razones por las que puede terminar una relación, aunque todavía se amen. Te las decimos.

Terminar una relación de pareja no es fácil, es un momento difícil en el que uno de los dos o ambos pueden sentirse emocionalmente vulnerables

Este momento puede ser aún más complicado cuando todavía hay amor y se presentan situaciones que les impiden continuar con la relación. 

¿Por qué terminar una relación cuando todavía se aman?

Se cree que el momento ideal para terminar una relación es cuando el amor se acaba, no obstante, puede haber razones para hacerlo incluso si todavía se aman, pues se necesita de varios factores para construir una relación sana y estable.

(Foto: pexels) 

Conoce las razones por las que ocurre una ruptura a pesar de que se amen

  • Tienen distintos objetivos de vida 

Este punto es fundamental cuando se trata de relaciones de pareja, pues si van en caminos diferentes y sus objetivos de vida son no negociables, inevitablemente el vínculo se va a romper

  • Hay falta de confianza 

La confianza es la base de cualquier relación, así que si todo el tiempo te preocupa que te sea infiel y por ello sientes la necesidad de vigilar qué hace, a dónde sale, con quién y quiénes son sus amigos, es posible que el amor no sea suficiente para salvar este vínculo tóxico.

  • Sientes que no te apoya 

Cuando tu pareja no apoya tus sueños, tus metas personales y profesionales, es posible que el vínculo se rompa en cualquier momento, a pesar de que sientas mucho amor.

El apoyo de una pareja es muy importante, pues te da motivación y es una muestra de que tiene verdaderos sentimientos por ti. Si no es así y por el contrario, te frena, lo mejor es replantear qué tan sana es esa relación.

  • Mala comunicación

Por mucho que ames a tu pareja, si no hay una buena comunicación, el fracaso puede llegar a su puerta más pronto de lo que te imaginas.

Incluso un estudio realizado por expertos de la Universidad de Georgia, menciona que la comunicación es una señal de qué tan satisfecha está la pareja.

(Foto: pexels) 

  • No te sientes en paz con esa persona

Otra señal de que tu relación puede terminar aunque se amen y es que cuando una relación es sana, te sientes bien, con tranquilidad y relajada. Pero cuando no es así, te quita la calma y te hace sentir mal emocionalmente, una señal de que el amor no es suficiente.

¿Cómo saber cuándo terminar una relación?

Recuerda que no solo cuando el amor acaba es el momento ideal para hacerlo, pues muchas veces se confunde este sentimiento con dependencia, costumbre o hasta miedo a la soledad.

Debes aprender a ver lo que es una relación sana y lo que no, pues hay distintas situaciones que aunque parecen normales, no lo son y no deberían tolerarse.

(Foto: pexels) 

Detectar una relación tóxica no es fácil, lo sabemos, pues tenemos que desaprender y reconstruir nuestra visión del amor y las relaciones sanas. Para ello, te recomendamos poner atención a las señales de que tu relación de pareja no funciona y lo mejor es terminar: 

  • No te sientes lo suficientemente querido o querida 
  • No sientes respeto ni libertad 
  • Hay infidelidad de tu pareja o a ti te cuesta mucho ser fiel 
  • Muchas cosas de tu pareja te molestan 
  • Quieres que tu pareja cambie 
  • Sus valores son muy diferentes e incompatibles 
  • No hacen actividades juntos
  • No comparten responsabilidades en casa y con los hijos
  • Hay maltrato físico, verbal, emocional, sexual o económico

En caso de sentirte identificado con estas situaciones, debes reflexionar y encontrar las razones por las que sigues en esa relación, pues sin duda no hay verdadero amor.

Recuerda que no debes “aguantar” nada por el supuesto amor, pues cuando la relación es sana te hace sentir bien, completo, amado y aceptado.

(Con información de Soy Carmín, Psicología y Mente)