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¿Mi pareja es conspiranoico? Claves para hablar con él o ella

¿Conspiración y paranoia? Te proporcionamos las herramientas necesarias para que ayudes a tu pareja a erradicar este trastorno

Escrito en PAREJA el

Por si no fuera poco el lidiar con todo lo que involucra el mantener una relación de pareja, crear un vínculo tanto con sus sentimientos, así como con sus acciones, existen personas que pueden resultar obsesivas y desconfiadas que ven conspiraciones por todas partes, la cuales son denominadas como conspiranoicos. 

Instintivamente, cuando hablamos con defensores de teorías conspiranoicas solemos intentar desautorizar sus ideas con información fiable y basada en hechos. Pero la confrontación directa no suele servir para hacerles cambiar de opinión.

Las teorías conspiranoicas son muy persuasivas y suelen agarrarse a los sentimientos de las personas o a su sentido de identidad. Incluso aunque desmentir sus teorías fuera eficaz, es muy difícil mantenerse al día con la cantidad de teorías que aparecen constantemente y la velocidad a la que se propagan.

¿Qué convierte a alguien en conspiranoico?

Este sesgo cognitivo se adquiere con los años y conduce a quien lo posee a ver la vida a través de un cristal distorsionado que le hace pensar que siempre hay una mano escondida tras lo que sucede.

Todo suele empezar con la creencia en una teoría de la conspiración cualquiera llevándola a admitir la veracidad de estas retorcidas teorías sin pruebas.

El conspiranoico es compulsivo y autodidacta, memoriza los detalles más nimios de la teoría a la que se entrega. No cambia de opinión respecto a sus creencias más firmes y siempre encuentra pruebas de que su hipótesis tiene visos de realidad.

En los casos muy extremos psiquiatras especialistas en el tema de pareja aseguran que estas personas a través de su obsesión van dejando de lado a la familia, al trabajo y a la pareja con la cual tienen una relación.

Foto: Canva

¿Cuáles son las claves para utilizar en conversaciones con una pareja que es un conspiranoico?

  • Necesidad de control

Antes de entrar en discusiones, lo más importante es considerar las causas originales por las que esas personas creen en dichas teorías.

La gente recurre a las teorías conspiranoicas para satisfacer tres necesidades psicológicas:

  1. Quieren encontrar más certidumbre.
  2. Sentirse con capacidad de control.
  3. Mantener una imagen positiva de sí mismos y de su grupo.
  • Una sensación errónea

Las creencias conspiranoicas no parecen satisfacer esas necesidades psicológicas y de hecho puede que sean contraproducentes, aumentando:

  • Incertidumbre.
  • Ansiedad.

Son teorías que no solo afectan al estado anímico de la persona, sino que además pueden afectar a su comportamiento e inclusive a su pareja.

¿Cómo reducir el impacto de las teorías conspiranoicas?

Una de las herramientas más importantes para reducir el impacto de las teorías conspiranoicas es la existencia de la norma social. La gente tiende a creer que hay mucha más gente que cree en estas teorías y esto influye en hasta qué punto se dejan convencer.

La Organización Mundial de la Salud descubrió que contrarrestar esta creencia errónea con información sobre lo que la gente cree de verdad disminuye la intensidad.

Ofrecer información veraz antes de que les dé tiempo a desarrollar más teorías conspiranoicas o verse expuestos a ellas.

¿Cómo enfrentarse a conversaciones con conspiranoicos?

  • Ser abierto

Comenzar una conversación de manera abierta implica hacer preguntas y escuchar, construyendo una base común de entendimiento.

Evitar empezar defendiendo ya sea su punto de vista o el nuestro. Las preguntas que deberían de ser con tu pareja son:

  1. ¿Cuándo empezaste a creer en esta teoría?
  2. ¿Cómo te ha afectado creer en esto?
  3. ¿Qué es lo que estas creencias suponen para ti?
  • Ser receptivos

Trabajar en lo que los psicólogos y médicos especialistas nombran como receptividad conversacional, esto permite que se cree una empatía que puede salvar la brecha entre las creencias de cada uno. Se puede conseguir usando las siguientes fórmulas:

  1. Eso lo entiendo.
  2. Entonces, lo que dices es que.
  3. ¿Cómo te sientes ante eso?
  4. Cuéntame más.
  5. Te escucho.
  6. Gracias por compartirlo conmigo.
  • Pensamiento crítico

Si tu pareja con la que estas hablando ya se considera un pensador crítico, puedes pedirle que use su capacidad crítica para analizar con más profundidad la teoría conspiranoica en la que cree. Por ejemplo:

  1. Estamos de acuerdo en que hacerse preguntas es importante. Pero también analizar las evidencias más básicas.
  2. Tenemos que examinar toda la información disponible y asegurarnos de que comprobamos la verdad no solo de la información que no nos creemos, sino también de la que nos creemos o nos resulta más incómoda.

Foto: Canva

¿Las teorías conspiranoicas no son lo normal?

Es necesario precisar que las teorías conspiranoicas no están tan generalizadas como la gente cree.

Establecer esta norma social pueden ayudar a la persona a recalibrar las necesidades del grupo con el que se identifica.

¿Piensa en qué se puede controlar?

Otra estrategia es animarlos a mirar hacia delante e inspirarles para que pongan sus esfuerzos en aspectos de su vida que puedan controlar.

Existen cosas que no dependen de nosotros, pero hay muchas otras sobre las que tenemos pleno control. Hagamos una lista de las cosas sobre las que podemos actuar de manera independiente para centrarnos en ellas.

Este tipo de conversaciones pueden ser difíciles, pero son cruciales. Con una aproximación llena de comprensión, empatía y con la mente abierta conseguiremos la confianza de estas personas.

Ganar su confianza es el primer paso para prevenir su radicalización. Si sienten el peso de la incertidumbre, ayudémosles a sentirse seguros.

Si están preocupados o se sienten impotentes, ayudémosles a sentirse al mando de sus vidas no de la tuya como su pareja. Si se sienten aislados, ayudémosles a tener más contactos personales y sociales.

Recuerda, la comunicación en pareja se basa en hablar, preguntar, responder, escuchar, discutir, asentir, negociar, compartir la vida cotidiana, expresar y conocer los pensamientos, reflexiones e interpretaciones sobre cualquier cuestión que pueda plantearse.

(Con información de BBC, Instituto Nacional de Psiquiatría y Secretaría de Salud)