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¿Se acabó la fase de luna de miel? 5 señales que lo indican

La fase del enamoramiento o luna de miel ocurre al principio de la relación y puede durar hasta un año. Después de eso, la pareja puede experimentar varios cambios

Escrito en PAREJA el

La fase de luna de miel es una etapa en la relación de pareja en la que desearíamos quedarnos siempre. Se trata de aquella fase color de rosa en la que los ojos de enamoramiento hacen que idealicemos a la otra persona y nuestra relación. 

No hay peleas, no hay defectos, la pasión es intensa y nada podría parecer más perfecto en estos momentos. Sin embargo, esta es una etapa de la relación que ocurre en los primeros meses y que es pasajera. 

La transición del periodo de luna de miel a una etapa estable es crucial y es de vida o muerte para muchas relaciones. Hay parejas que sobreviven y otras que no.

Para las que logran superarla, lo que sigue es un periodo estable en el que se mira a la pareja de un modo realista y se aceptan sus virtudes y defectos por igual. 

El problema es que muchas veces las parejas no saben identificar cuando ocurre esta transición y simplemente piensan que la relación va en picada y que el enamoramiento se terminó, por lo que deciden separarse. Te explicamos 5 cambios en la relación que indican que la fase de luna de miel terminó.

¿Se acabó la fase de luna de miel en tu relación? 5 señales que lo indican 

La fase de luna de miel puede durar de tres meses a un año, siendo seis meses el tiempo estándar de duración. Pero eso no significa que se haya terminado la relación, ya que después de esta etapa es cuando más puedes llegar a conocer y conectar con tu pareja. 

Aunque la fase de luna de miel está llena de emoción, lo que viene después puede estar lleno de compromiso y confianza duraderos y gratificantes. Así que no le tengas miedo y aprovecha que la fase terminó para desarrollar una intimidad más profunda con tu pareja. 

(Foto: Pexels)

Estos son los 5 cambios que experimenta cada relación cuando se termina la fase de luna de miel.

  1. La pasión y lujuria disminuyen o se estabilizan
  2. Empiezas a notar defectos
  3. Hay más discusiones
  4. Se ven con menos frecuencia
  5. Hay menos presión para ser perfecto

1. La pasión y lujuria disminuyen o se estabilizan

Si empezaste a notar una disminución en tu vida sexual o que ya no hay tanta pasión como al inicio, es completamente normal y esto no siempre significa que hay algún problema. 

Aprovecha este momento para darle más y nuevas intenciones a tu vida sexual; aprovechen para experimentar cosas nuevas con nuevos juguetes o dinámicas. 

2. Empiezas a notar defectos

Cuando has pasado suficiente tiempo con tu pareja, es normal que además de ver lo bueno, también comiences a ver lo malo. La rutina y la familiaridad de pasar tanto tiempo con alguien provoca que te des cuenta cómo son cuando se enojan, cuando están cansados o cuando están estresados. 

Poco a poco te vas dando cuenta de sus defectos y actitudes o hábitos que no son compatibles contigo, que no te gustan o que no sabías que tenían. Sin embargo, nadie es perfecto y el amor es lo que te hace aceptar a las personas tal y como son. 

3. Hay más discusiones

Al inicio de la relación es cuando tendemos a comportarnos de mejor manera pues queremos impresionar y sobre todo, ser aceptados y deseados. Con el tiempo, esto cambia y hay más confianza de comunicar las opiniones, lo cual puede generar tensión. 

Aprovecha estos momentos para descubrir los estilos de comunicación que cada uno tiene y establecer algunas reglas de comunicación efectiva para que las discusiones sean lo menos dañinas posibles.

4. Se ven con menos frecuencia

Como uña y mugre, así son todas las parejas en un inicio hasta que pasa el tiempo y llega el momento de volver a la realidad, que implica ver a otras personas, tener un tiempo a solas y hacer otras actividades. 

Aunque pasar más tiempo separados pueda causar preocupación, es lo mejor que puede pasar en una relación. La sana distancia en las relaciones permite a los individuos crecer como individuos. 

5. Hay menos presión para ser perfecto

Durante la fase de luna de miel hay mucha presión para mostrar la mejor cara y ser perfectos o lo más perfectos posibles y eso implica esconder todas las cosas que no nos gustan de nosotros mismos o de las que nos avergonzamos. Tratamos siempre de lucir presentables y decir las cosas correctas. 

Sin embargo, eso no es sostenible, honesto ni fructífero para dejar que nuestra pareja se enamore completamente de nosotros. Por eso, es bueno que esta fase termine, para poder mostrar quienes somos realmente y ser aceptados por completo y no solo nuestra mejor versión. 

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(Con información de Well + Good)