Vivimos en un mundo donde la productividad y las metas por cumplir parecen regir nuestra rutina, incluso en las relaciones. Sin embargo, existe una práctica simple que nos invita a desacelerar y disfrutar del momento: el puttering. Aplicado a la vida en pareja, este hábito puede convertirse en una poderosa herramienta para fortalecer la conexión, sin la presión constante de hacer algo “significativo”.
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¿Qué es el puttering?
El puttering es una práctica desde la inteligencia emocional que consiste en realizar pequeñas actividades cotidianas de manera relajada, sin un propósito concreto más allá del placer de hacerlas. Como explica Sophia Dembling en Psychology Today, no se trata de hacer cosas “productivas” sino de hacer cosas simples que requieran la mínima participación del cerebro.
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¿Qué es el puttering? El hábito de las personas con inteligencia emocional
“Reconocemos nuestros alrededores, consideramos aquello que nos hace sentir bien y nos dejamos guiar hacia eso, sin rumbo”, señala Dembling. Cuando aplicamos el puttering en la vida diaria, entramos en un estado de relajación similar al que se logra con la meditación. En lugar de ver las actividades diarias como obligaciones, las convertimos en momentos de calma y bienestar.
¿Cómo aplicar el puttering en pareja?
Muchas veces, las interacciones en pareja giran alrededor de los pendientes por resolver: pagar cuentas, hacer el súper, limpiar la casa. Incluso cosas como ver una película o salir a pasear pueden convertirse en una búsqueda interminable por tener la experiencia perfecta. Pero, en contraste, el puttering nos invita a compartir actividades sin la necesidad de ser productivos, simplemente por el placer de estar juntos.
Estas son algunas ideas para que integres este hábito en tu relación:
- Cocinen sin prisa. Háganlo sin recetas estrictas, dedíquense solamente al gusto de explorar sabores y texturas.
- Hagan arreglos en casa o manualidades. No es necesario fijar una meta, solo necesitan crear algo juntos.
- Caminen sin rumbo fijo. No hay nada como explorar el entorno, sin prisas ni destino específico. Y si de paso encuentran un café lindo o una tienda de antigüedades que quieren visitar, es un plus.
- Rieguen las plantas o reorganicen un espacio del hogar. Beban algo fresco, platiquen o escuchen música mientras lo hacen.
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Practicar el puttering en pareja es una forma de reducir el estrés y la sensación de tener que cumplir con obligaciones constantes. Además ayuda a crear momentos de conexión genuina y ayuda a que ambos entren en un estado de relajación similar al de la meditación. En una era donde incluso las relaciones románticas parecen requerir un propósito, este hábito nos recuerda que el simple acto de compartir tiempo, sin expectativas, es valioso.
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