Beber algunas copas de alcohol te hace sentir bien y esa sensación te hace crear recuerdos gratificantes sobre el alcohol. Un estudio de la Universidad de Brown, descubrió la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y cómo cambian la forma en que creas tus recuerdos.
La investigación para descifrar cómo funciona la expresión genética involucrada con la creación y resguardo de los recuerdos de recompensa. Tuvo como objetivo, entender por qué las sustancias como el alcohol pueden producir recuerdos gratificantes. Asimismo, descubrir por qué son adictivas a pesar de tener efectos secundarios adversos, como náuseas o resaca.
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Por qué son tan gratificantes, por qué solo se tienen buenos recuerdos de ellas y no malos o con menor frecuencia. Incluso saber qué efecto tienen estas sustancias sobre los recuerdos y por qué son adictivas.
Tras el estudio, se encontró que durante el consumo de alcohol, las moléculas empiezan a cambiar cuando se forman los antojos.
Mediante un estudio sobre moscas de fruta, se separaron los genes y mecanismos de señalización involucradas en los recuerdos de recompensa del alcohol. Posteriormente se desactivaron los genes clave mientras se entrenaba a las moscas sobre dónde encontrar alcohol.
De esta manera fue posible ver qué proteínas se requerían para este comportamiento de recompensa.
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El alcohol afecta un gen llamado receptor de tipo dopamina-2 que produce una proteína en las neuronas que reconocen la dopamina, el neurotransmisor de “sentirse bien”. Se sabe que este receptor similar a la dopamina-2 está involucrado en la codificación agradable o aversiva de un recuerdo.
Aún se desconoce la forma específica en que funciona el alcohol sobre el cerebro pero se sabe que los científicos debe observar no solo los genes que son activados y desactivados. Además de la forma en que cada gen se enciende o apaga.
Los investigadores continúan con sus estudios pues consideran que los resultados serán la explicación a otras formas de adicción.
La investigación para descifrar cómo funciona la expresión genética involucrada con la creación y resguardo de los recuerdos de recompensa. Tuvo como objetivo, entender por qué las sustancias como el alcohol pueden producir recuerdos gratificantes. Asimismo, descubrir por qué son adictivas a pesar de tener efectos secundarios adversos, como náuseas o resaca.
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¿Bebidas alcohólicas cambian los recuerdos?
Por qué son tan gratificantes, por qué solo se tienen buenos recuerdos de ellas y no malos o con menor frecuencia. Incluso saber qué efecto tienen estas sustancias sobre los recuerdos y por qué son adictivas.
Tras el estudio, se encontró que durante el consumo de alcohol, las moléculas empiezan a cambiar cuando se forman los antojos.
Mediante un estudio sobre moscas de fruta, se separaron los genes y mecanismos de señalización involucradas en los recuerdos de recompensa del alcohol. Posteriormente se desactivaron los genes clave mientras se entrenaba a las moscas sobre dónde encontrar alcohol.
De esta manera fue posible ver qué proteínas se requerían para este comportamiento de recompensa.
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Efecto del alcohol sobre el cerebro
El alcohol afecta un gen llamado receptor de tipo dopamina-2 que produce una proteína en las neuronas que reconocen la dopamina, el neurotransmisor de “sentirse bien”. Se sabe que este receptor similar a la dopamina-2 está involucrado en la codificación agradable o aversiva de un recuerdo.
Aún se desconoce la forma específica en que funciona el alcohol sobre el cerebro pero se sabe que los científicos debe observar no solo los genes que son activados y desactivados. Además de la forma en que cada gen se enciende o apaga.
Los investigadores continúan con sus estudios pues consideran que los resultados serán la explicación a otras formas de adicción.