La inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) )mejora la detección de cardiopatías como la disfunción ventricular izquierda asintomática, al ser aplicada a pruebas como el electrocardiograma (ECG), aseguró Mayo Clinic.
En ese sentido, los especialistas proponen el uso de ese proceso como un medio económico y menos invasivo para saber si alguien tiene cardiopatías o bien para predecir el riesgo a futuro.
La principal característica de la disfunción ventricular izquierda asintomática es que el paciente tiene un corazón débil con riesgo de insuficiencia cardíaca manifiesta.
En Estados Unidos, donde se ubica el hospital, las estadísticas muestran que 7 millones de personas sufren esa afección, relacionada con una menor calidad de vida y con la disminución de la longevidad, aunque es tratable cuando se identifica.
En el estudio, los investigadores plantearon la hipótesis de que una red neural bien entrenada podía ser capaz de detectar confiablemente la disfunción ventricular izquierda asintomática en el electrocardiograma.
Después, con los datos digitales almacenados, seleccionaron un grupo cotejado de 625 326 ECG y ecocardiogramas transtorácicos para identificar a la población que sería el objeto de estudio.
Para probar su hipótesis, los especialistas crearon, entrenaron, validaron y probaron una red neural. Tras el análisis, concluyeron que la inteligencia artificial aplicada al electrocardiograma estándar detecta de manera confiable la disfunción ventricular izquierda asintomática.
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AI también predice riesgo de cardiopatías
En el caso de los pacientes sin disfunción ventricular, los investigadores señalaron que aquellos que obtuvieron un resultado positivo en la detección de la inteligencia artificial corren un riesgo cuádruple de padecerla en el futuro, en comparación con quienes recibieron un resultado negativo.
“Es decir, la prueba no solamente identificó la enfermedad asintomática, sino que también predijo el riesgo de enfermedad futura, posiblemente mediante la identificación de cambios muy precoces y sutiles en el ECG que ocurren antes de que el músculo cardíaco se debilite”, indicó el presidente del del Departamento de Medicina y autor del estudio, Paul Friedman.
Mayo Clinic destacó que la exactitud de la prueba es comparable con otros análisis de detección comunes, como el antígeno prostático específico para el cáncer de próstata, la mamografía para el cáncer de mama y la citología para detectar el de cuello del útero.
Recordó que no existía ningún medio de detección que fuera económico, no invasivo y sin dolor que pudiera usarse en el diagnóstico de ese padecimiento. Anteriormente el mejor análisis era la medición de los niveles de péptido natriurético tipo B, Sin embargo, los resultados no han sido los esperados.
La disfunción ventricular izquierda asintomática normalmente se diagnostica también mediante exámenes que son más costosos y menos accesibles, como los ecocardiogramas, las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas.
“La insuficiencia cardíaca congestiva afecta a más de 5 millones de personas y su atención médica cuesta más de 30 mil millones de dólares solamente en Estados Unidos.
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Poder contar con un registro económico, disponible en todas partes, de fácil acceso y de 10 segundos de duración, como el ECG, y de procesarlo digitalmente con inteligencia artificial para extraer nueva información acerca de cardiopatías previamente escondidas es sumamente esperanzador para salvar vidas y mejorar la salud”, comentó Friedman.