Las personas son más propensas a la depresión cuando tienen deudas a corto plazo, como cuentas vencidas o deudas en la tarjeta de crédito, en comparación con quienes tienen deudas a largo plazo a través de hipotecas o préstamos grandes.
De acuerdo con un nuevo estudio liderado por J. Michael Collins, de la Universidad de Wisconsin-Madison, un incremento de 10 por ciento en las deudas a corto plazo se relacionó con un aumento de 24 por ciento en los síntomas de depresión.
Lo anterior sugiere que otorgar a la gente protección contra las deudas podría traer beneficios para la salud mental, aunque se encontró que las deudas a corto plazo y la depresión se relacionaban, no se demuestra que un factor cause el otro.
Según la Reserva Federal de los Estados Unidos, en febrero de 2015, los estadounidenses debían 885 mil millones de dólares en deudas de tarjetas de crédito.
El estudio se basó en una encuesta nacional de 13 mil estadounidenses entre 1987 y 1989, y entrevistas de seguimiento a 10 mil de esas personas, entre 1992 y 1994, específicamente entre los 21 y 65 años de edad.
Se encontró que 79 por ciento de los hogares tenía alguna deuda, y de ellos, 62 por ciento era una deuda a corto plazo, quienes eran más propensos a mostrar señales de depresión, como sentirse tristes, carecer de motivación, tener problemas de concentración, para dormir o cambios de peso no intencionales.
Collins aseguró que la relación se encontró especialmente entre los adultos de entre 51 y 64 años de edad.
Dijo que a diferencia de las deudas a corto plazo, las de largo plazo son parte de un plan financiero y se usa para obtener algo que ofrezca beneficios a largo plazo; mientras que las primeras son más costosas y pueden tener consecuencias psicológicas diferentes, incluyendo síntomas de estrés o depresión (Con información de Medline Plus).