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¿Cuándo se recomienda una reducción mamaria?

Expertos señalan que tener 95 centímetros de busto ya causa molestias e interfiere en la vida de una persona.

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Es cada vez más común que una mujer busque aumentar el tamaño de su busto a través de una cirugía plástica, pero poco se escucha de aquellas que desean disminuir el tamaño de sus senos porque les causa algunos malestares.

Una mujer con un busto prominente puede sufrir problemas físicos y emocionales, refiere a prosalud.com la Dra Vilma Padín, médica especialista en Cirugía Estética y Medicina Cosmética, presidente de la Asociación Internacional de Medicina Estética de la República Argentina (AIMERA) y directora médica de CEMEC.

Dolores de espalda, problemas de columna, incremento de peso e inclusive dolor pre-menstual excesivo, son complicaciones que pueden interferir con las actividades cotidianas y la realización de actividad física en mujeres con busto grande.

La medida del busto es relativa, dos mujeres pueden tener la misma talla y no experimentar los mismos problemas, pero en general, tener 95 centímetros es lo máximo porque tener 100 centímetros ya suele causar molestias, señala la especialista.

 La decisión de llevar a cabo una operación para hacer una reducción del busto se toma entre médico y paciente, pero es la mujer la que llega en la mayoría de los casos al consultorio a pedir la intervención porque no encuentra ropa adecuada, especialmente brasier y traje de baño; además de que son objeto de bromas pesadas y sienten vergüenza.

La reducción mamaria puede hacerse a cualquier edad y consiste en una incisión en forma de cuña que va acompañada de la resección de la piel correspondiente, en el marco de la cual se saca tejido graso y mamario, a la vez que se levanta el busto.

"Todo este procedimiento no sólo deja la cicatriz alrededor de la areola, sino también otra perpendicular que es como una T", detalló la especialista.

El cuidado postoperatorio requiere cuidados especiales que son individualizados por el médico tratante para cada paciente. El propósito es llegar a una cicatrización correcta, por lo que se deben evitar los golpes, actividad física y realizar ciertos movimientos como alzar a un niño o secarse el pelo; admeás se debe mantener reposo en el hospital durante al menos las primeras 48 horas.

Dos semanas después de la intervención, se retiran los puntos y se vuelve a evaluar a la paciente, que por lo general, de acuerdo con la experiencia de la Dra. Vilma Padín, mejoran su autoestima y confianza.

(Con información de prosalud.com)