La reproducción asistida cada vez es más aceptada en la sociedad, por lo que existen diferentes métodos por los cuales las mujeres que desean quedar embarazadas logran hacerlo.
Aquí te presentamos los más comunes:
FECUNDACIÓN IN VITRO: Es un procedimiento de reproducción asistida de alta complejidad. Recomendado a parejas que han realizado Inseminación Intrauterina y no han logrado embarazarse, a mujeres que sobrepasan los 35 años o que tienen obstruidas las trompas uterinas. También es recomendado cuando la calidad del semen no es la más óptima, cuando el tiempo de infertilidad es mayor a 5 años.
La Fecundación In Vitro implica un control hormonal de la pareja, para garantizar que las células que serán extraídas estén saludables. Se realiza una estimulación ovárica inicialmente y se programa una fecha específica para extraer los óvulos de la mujer y el semen del hombre y se realiza la Fecundación en un laboratorio con condiciones específicas muy controladas.
Una vez que se fecundan los óvulos, se tiene bajo observación estos embriones, para verificar que tengan un correcto crecimiento y finalizar con su transferencia a la futura madre.
INSEMINACIÓN ASISTIDA: Este tratamiento favorece el proceso reproductivo en mujeres menores de 35 años, con trompas permeables y normales, semen con una adecuada cantidad y calidad. Se recomienda para casos de endometriosis leve, menos de 5 años de infertilidad. Si los pacientes no reúnen estas indicaciones es mejor no realizar esta técnica.
Primero se lleva a cabo una estimulación ovárica que consiste en la administración de medicamentos inductores de la ovulación para favorecer la maduración y selección de dos y hasta cinco óvulos, después una capacitación que es la preparación y selección estricta de una muestra de semen con el objetivo de mejorar su capacidad fecundante y finalmente la inseminación.
Es el paso final y consiste en la colocación de esta muestra de semen dentro del útero.
CONGELACIÓN DE ÓVULOS: Actualmente la mujer tiene que decidir cuándo es el momento ideal para convertirse en madre; muchas mujeres esperan a que sus carreras profesionales y sus situaciones personales se encuentren estables. Sin embargo, el reloj biológico de una mujer hace necesario pensar en una alternativa saludable, para que el embarazo se lleve a cabo sin problemas aún después de los 35 años.
Es una técnica sencilla de reproducción asistida que permite la criopreservación, mediante la congelación de los óvulos, que permite tener alternativas para decidir cuándo ser madre.
El proceso inicia con la estimulación ovárica, con el objetivo de obtener el mayor número posible de óvulos. Posteriormente se obtienen los óvulos por medio de una punción y se procede a la criopreservación.
La cantidad y calidad de óvulos va disminuyendo provocando que lograr un embarazo sea más difícil. La vitrificación te permite tener mayor certeza de que tu bebé nacerá saludable.
En el momento que decidas buscar un embarazo los óvulos se descongelan y se fecundan para tener un embarazo normal.
Este procedimiento está recomendado para mujeres que desean postergar su maternidad o que por diversas razones pueden ver afectado su sistema hormonal (radiólogas, químicas, azafatas, pacientes de quimioterapia, radioterapia).
También es recomendable cuando, por distintas razones, una mujer no tiene pareja y desea ser madre en un futuro.
CONGELACIÓN DEL SEMEN: La congelación del semen es una técnica ampliamente utilizada y que sirve para preservar la fertilidad en el hombre. Una vez que el esperma es analizado se realiza la congelación de la muestra.
Estas muestras se guardan en bancos de semen, donde pueden permanecer por un tiempo ilimitado hasta que se requiera su uso.
La calidad de los espermatozoides prácticamente no se ve alterada por la congelación, de forma que después se pueden utilizar en técnicas de reproducción asistida para conseguir el embarazo.
Además es posible embarazarse aún en situaciones en las que las mujeres u hombres padecen VIH SIDA, mujeres con daño en el útero, miomatiosis, poca cantidad de espermatozoides o de óvulos, entre otros problemas.
UN SOLO EMBRIÓN: Estudios a nivel global han demostrado que es factible elegir los embriones con mayor capacidad de implantación, mejorando los resultados de la fecundación in vitro, sin el riesgo de tener un embarazo múltiple
Porque considera que tener varios hijos al mismo tiempo no es recomendable para la salud de la madre y de los bebés, ya que puede derivar en el desarrollo de diabetes gestacional, elevación de la presión arterial, prematuriedad, pérdida del embarazo o malformaciones.