El hígado es un órgano que trabaja incansablemente para cumplir alrededor de 500 funciones que son fundamentales para la vida.
Aunque es fácil que ignoremos su existencia e importancia y lo recordemos sólo ocasionalmente cuando hablamos de bebidas alcohólicas, la realidad es que es mucho más relevante que eso.
Algunas de las principales funciones en las que interviene el hígado son las siguientes:
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Es el principal órgano metabólico debido a su función en la producción, almacenamiento y procesamiento energético (carbohidratos y grasas)
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Elaboración de proteínas esenciales incluyendo factores de coagulación
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Regulación del aporte de vitaminas y minerales
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Es un órgano detoxificante pues ayuda a limpiar la sangre a través de la eliminación de componentes tóxicos y metabolizando muchas sustancias incluyendo el alcohol
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Producción de bilis que ayuda en la digestión
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Regulación del balance de algunas hormonas
(Foto: Orem, Hepatoduodenal ligament es, CC BY-SA 3.0)
¿Cómo cuidarlo?
Entonces resulta claro que debemos cuidar a nuestro hígado para proteger todas las funciones que lleva a cabo. Sin duda la mejor manera de hacerlo es evitando que se enferme. A continuación tenemos algunas recomendaciones fundamentales para lograrlo:
- Actualmente, la obesidad y el sobrepeso representan causas importantes de daño hepático conocido como hígado graso, por lo que es muy importante mantener un peso corporal normal
- Tener una dieta balanceada en la que se evite el consumo excesivo de grasas saturadas, carbohidratos refinados y en general alimentos procesados
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas en exceso
- Realizar actividad física con regularidad, con el objetivo mínimo de 200 minutos de ejercicio repartidos a lo largo de la semana
- Las infecciones por virus de la hepatitis B y C pueden dañar gravemente al hígado y volverse crónicas, por lo que se debe evitar el uso de drogas ilícitas y de agujas o instrumentos afilados contaminados (incluyendo las que se utilizan para realizar tatuajes y perforaciones)
- Buscar atención médica si ha estado expuesto a sangre de otra persona
- No compartir artículos de higiene personal como equipo para afeitar, cepillos dentales y cortauñas
- Evitar relaciones sexuales sin protección o con múltiples parejas pues ello también incrementa el riesgo de contraer hepatitis B y C
- No automedicarse y no consumir productos de herbolaria, suplementos ni remedios naturales; debemos recordar que todo esto es metabolizado por el hígado y puede dañarlo de manera importante
- Vacunarse contra la hepatitis A (si no la ha tenido antes) y contra la hepatitis B. Desafortunadamente, no existe una vacuna contra el virus de la hepatitis C
Ahora sí, a cuidar el hígado porque si no lo hacemos podemos tener enfermedades graves como la cirrosis o el cáncer de hígado. Para saber más acerca del hígado, se puede consultar la página de Fundhepa en Twitter: @hepato_mx y la Clínica Lomas Altas al teléfono 5562859600.