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Internet y los estafadores emocionales

Estas personas no dejan pasar la oportunidad de estafar gente usando la labia, el romance y las ventajas de la distancia

Escrito en OPINIÓN el

A pesar de que no son nuevos, los estafadores emocionales, desde hace casi una década tienen un nuevo escenario donde actuar: la Internet. Metidas en diversas plataformas, estas personas no dejan pasar la oportunidad de estafar gente usando la labia, el romance y las ventajas de la distancia para hacerse de dinero a base de chantajes emocionales.

Los hay de ambos sexos, y todos, por lo regular siguen una fórmula que suele funcionar y ser muy efectiva. Su forma de actuar suele tener un mismo patrón, el cual cada estafador usa a su manera adicionando sutilezas tales que pueden ser poco percibidas como abuso por las víctimas.

Lo primero que hacen es entrar a redes sociales donde pueden conocer gente, ahí estudian los perfiles de las personas y seleccionan a sus víctimas.

Los estafadores emocionales hombres, suelen hacerse pasar por nacionales de países como Estados Unidos, Canadá, Francia, o Australia y usan un español notoriamente deficiente, con el fin de hacer más verídico su teatro.

Además, se presentan como hombres con buena profesión, que les otorgue cierto prestigio, y que les permita justificar que trabajen en un país diferente del que dicen ser nacionales, incluso pueden decir ser militares de alto rango y dedicados a las relaciones internacionales para empresas privadas o para ONGs. Mejor aún si el país donde dicen vivir en ese momento pasa por algún problema político pues es uno de sus argumentos más usados.

La historia de su vida está cargada de desgracias, se hacen pasar por huérfanos, padres solteros o viudos que tuvieron que sacar a su o sus hijos adelante sin apoyos, la muerte los persigue dejándoles sin amigos o familiares, y no pocas veces dicen haber sufrido enfermedades graves. Cómo se “encuentran viviendo” en países violentos hasta aseguran haber sido víctimas de atentados.

Obvio, con ese panorama, y en la más tremenda soledad aseguran a sus víctimas que buscan amistad sincera, hacer un matrimonio y tener una familia estable.

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En el caso de las mujeres, ellas usan nacionalidades como la rusa o países del  este de Europa, fingen no saber bien el español, y a diferencia de los hombres no tienen profesiones  muy lucrativas, se hacen pasar por modelos, o estudiantes; su vida también es un montón de desventuras, se dicen solteras y sin hijos (obvio, nadie quiere mantener al hijo de otros) están solas, tristes en un país lejano y violento pero buscan amistad sincera, el amor de verdad así como relaciones apasionadas, y jamás mencionan la palabra matrimonio.

Una vez contactada la víctima le dicen que su perfil les ha encantado y que desean conocerla más, dan todos los detalles de “su vida” para generar confianza, acto seguido, el estafador emocional hace todas las preguntas que necesita sobre su víctima; estado civil, aficiones, nacionalidad, profesión hobbies e inician un cortejo apasionado y muy insistente.

En unas semanas se declaran tremendamente enamorados de su víctima, las mujeres empiezan a mandar fotos eróticas y mensajes sexuales mientras los hombres suelen mandar emoticones e imágenes románticas.

En cuanto se dan cuenta que les creen y que la víctima está enamorada empieza la gran estafa y empiezan a “tener problemas” como que no les han pagado, sufrieron un accidente y no tienen para pagar el tratamiento, les robaron el pasaporte y no pueden abandonar el país, no pueden pagar el internet y dejarán de estar en contacto, actúan con angustia recordando que los sigue la desventura.

Eso funciona porque así no piden dinero, solo exponen el problema en espera que la víctima ofrezca la ayuda, lo que la mayoría de las veces pasa, sino ocurre, entonces lo piden directamente usando el chantaje emocional, al decir cosas como “si no me ayudas no podré pagar el internet y no podremos comunicarnos”, y entonces, la víctima se vuelve culpable y parte de su desgracia.

Para no ser atrapados no usan cuentas bancarias sino que piden que los depósitos sean a nombre de terceros, ya sea en tarjetas prepagadas o por empresas de envío de dinero, y la estafa puede no tener fin porque su desgracia irá en aumento, y su cortejo también pues cada envío genera otra ola de romance apasionado que se sigue de una nueva desgracia.

Para estos momentos, los estafadores ya se han hecho de mucho material personal del supuesto amor de su vida, el cual amenazan con divulgar sino siguen mandando dinero o no acceden a delitos mayores como el lavado de dinero, al acceder a que les depositen dinero y de esa cuenta mandarlo a otras; o a recoger y entregar paquetes con contrabando o drogas (que la víctima no sabe que contiene); o hasta hacerlos viajar a otro país para trata de personas.

Pero como dice el dicho, para bailar se necesitan dos; y las víctimas de estos estafadores suelen tener un patrón en su perfil, son personas con necesidades emocionales no satisfechas, deseosas de amor, con baja autoestima.

En Anyscam, se puede denunciar a los estafadores de este tipo ya que hasta cuentan con recursos internacionales que involucran el apoyo de autoridades especiales en estos delitos; pero hay que checar bien en no entrar a otros sitos de denuncias de particulares ya que algunos son parte de los mismos estafadores emocionales donde aseguran que pueden ayudar, a regresar el dinero estafado a cambio de un pago.

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