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Infravalorado, el cáncer en adolescentes y adultos jóvenes

Los adolescentes y adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de daños a largo plazo como secuela del cáncer

Escrito en OPINIÓN el

El cáncer en adolescentes y adultos jóvenes se define en aquellas personas entre los 15 y 39 años de edad. El cáncer en esta edad es único ya que durante esta edad es más común experimentar retrasos en el diagnóstico del cáncer debido a la falta de pacientes con seguros médicos, falta de métodos de detección temprana y la rareza del cáncer en esta edad. Desafortunadamente pocos estudios se enfocan en estas edades ya que este grupo de edad suele ser divido en pediátricos y adultos por separado, por lo que su atención suele ser complicada. 

En México, según el GLOBOCAN, en el 2020 (dato estadístico más reciente) se registraron 23,548 casos tanto en hombres como mujeres siendo los de mayor incidencia el cáncer de mama (18.8%), seguido de cáncer de tiroides (14%), testículo (10.8%), cervicouterino (9.8%), leucemia (6.7%) y linfoma (4.4%). 

Por otro lado, se registraron un total de 6,228 muertes siendo leucemia (19.7%) el mayor número de casos seguido de mama (9.8%), cervicouterino (8.8%), testículo (7.4%) y colorrectal (6%). 

(Foto: Unsplash)

Dividido por sexo, en hombres se registraron 8,559 casos siendo los tres más comunes testículo (29.7%), leucemia (10.3%) y linfomas (8%). Con respecto a mortalidad, fueron un total de 2,960 casos registrados siendo el de mayor mortalidad leucemia (23.9%), seguido de testículo (15.6%) y linfoma (7.6%).

Hablando de mujeres, 14,989 casos fueron registrados siendo el más común cáncer de mama (29.5%) seguido de tiroides (17.8%) y cervicouterino (15.4%). Con respecto a mortalidad un total de 3,268 casos fueron registrados siendo el más mortal cáncer de mama (18.7%), seguido de cervicouterino (16.7%) y leucemia (16%). 

Debido a la gran variedad de tipos de cáncer que pueden presentarse en estas edades en diferentes órganos debemos de tener en cuenta los siguientes signos y síntomas de alarma:

  • Masa/bulto inusual en el cuello, abdomen, testículo. 

  • Moretones que aparecen con facilidad. 

  • Sangrado anormal (por ejemplo, al cepillarse los dientes). 

  • Dolor continuo e inexplicable en alguna parte del cuerpo.

  • Fiebre inexplicable, en especial fiebre nocturna con la cual el paciente se despierta “mojado/empapado”.  

  • Cansancio y perdida de energía inexplicables. 

  • Perdida de apetito y/o pérdida de peso inexplicables. 

  • Dolores de cabeza frecuentes con/sin vómitos. 

  • Cambios en la visión repentinos.  

  • Lunar/mancha nueva en la piel que crece, cambia de tamaño, forma o color. 

(Foto: Unsplash)

Aunque estos signos y síntomas puedan presentarse en otras enfermedades, cuando están presentes por mucho tiempo, empeoran o interfieren con el día a día es necesario acudir al médico especialista para descartar un posible cáncer. 

Desafortunadamente debido a la falta de estudios de detección temprana a estas edades el cáncer suele ser diagnosticado en etapas avanzadas, en especial el cáncer de mama y colorrectal.

Por otro lado, el resto de los tipos de cáncer suelen ser locales y en general tienen un buen pronóstico, de hecho, la mortalidad global en adolescentes y adultos jóvenes con cáncer disminuyó 1% anual del 2008 al 2017. Con respecto a la supervivencia a 5 años ésta es entre el 83-86% entre todos los tipos de cáncer, pero existen diferencias específicas para algunos cánceres. Por ejemplo, pacientes con leucemia entre 15-19 años tiene una supervivencia a 5 años del 74% vs 51% entre 30 y 39 años, así como para los tumores del cerebro con 77% entre los 15-19 años y 66% entre los 30-39 años. 

Este grupo de edad tiene un buen pronóstico siempre y cuando se tengan en cuenta los signos y síntomas de alarma, se acuda a un especialista a tiempo con la finalidad de hacer un diagnóstico temprano y poder ofrecer el mejor tratamiento disponible. Aunque se tenga en general un buen pronóstico, es importante mencionar que, comparado con el cáncer en adultos, los adolescentes y adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de daños a largo plazo los cuales incluyen infertilidad, enfermedades cardiovasculares y riesgo de padecer un nuevo cáncer a futuro. 

(Foto: Unsplash)

Existen muchas cosas por mejorar en el cáncer en adolescentes y adultos jóvenes con el objetivo de disminuir su morbilidad y mortalidad, como acceso equitativo de atención médica, mayor investigación, entender su epidemiología, biología del cáncer, mayor educación a familiares y personas de este grupo de edad con respecto al cáncer, epidemiología, signos y síntomas de alarma.

Por parte de los médicos, ellos también deben ser educados con respecto a la importancia del cáncer en este grupo de edad ya que al ser tumores raros se suelen tener otros diagnósticos en mente. 

Por último, a los pacientes que padecen cáncer en estas edades deben de buscar un sistema de apoyo conformado por médicos, familiares, amigos y personas que estén cursando o hayan cursado con cáncer y hacerles entender que no están solos. Con estos cambios podremos disminuir la mortalidad, morbilidad y ofrecer una mejor calidad de vida a este grupo de edad de gran importancia, que está en crecimiento y ha sido infravalorado en el área del cáncer. 

Nota: en la elaboración de este artículo también participó el doctor Juan José Juárez-Vignon Whaley.