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Impacto de la obesidad en la menopausia

La menopausia se refiere al cese de la menstruación y el conjunto de síntomas que anteceden y siguen a la menopausia como consecuencia de la falta de estrógenos

Escrito en OPINIÓN el

Las mujeres experimentan la menopausia natural debido al cese de la función del ovario, los cuales ya no producen más la hormona femenina conocida como estrógeno; pero antes de la menopausia, se presenta una etapa conocida como perimenopausia, en la que las mujeres experimentan ciclos menstruales irregulares, que puede durar varios años y se puede acompañar de varios cambios físicos, psicológicos y sociales.

Es importante referir que el término menopausia se refiere únicamente al cese de la menstruación y el conjunto de síntomas y signos que anteceden y siguen a la menopausia, como consecuencia primero, de la disminución paulatina y luego a la falta total de estrógenos, se conoce como climaterio (en los que pueden presentar bochornos, cambios de humor, sentimientos depresivos, sudoraciones involuntarias, perturbaciones al dormir, disminución de la libido y malestar sexual).

La menopausia se presenta entre los 45 y 55 años, y si tomamos en cuenta que en México la esperanza de vida para las mujeres aumentó en el 2020 a 78 años, significa que alrededor de treinta años de la vida de una mujer transcurre después de la menopausia.

(Foto: Pexels)

Es bien sabido que la menopausia se acompaña por cambios fisiológicos significativos, que se pueden traducir en diversos trastornos metabólicos, como alteraciones en los niveles de diversos lípidos circulantes en sangre, como es el colesterol, lipoproteínas de baja densidad (LDL-conocido como colesterol malo), lipoproteínas de alta densidad (HDL-conocido como colesterol de protección) y triglicéridos.

De igual forma se presentan cambios en la composición corporal, como es redistribución del tejido adiposo, ya que antes de la menopausia, en las mujeres predomina el tejido adiposo subcutáneo (tejido adiposo localizado inmediatamente debajo de la piel) y después de la menopausia prevalece el tejido adiposo visceral (tejido adiposo localizado alrededor de los órganos), presencia de una mayor susceptibilidad de las mujeres a desarrollar obesidad y la pérdida de peso se vuelve más difícil. Como consecuencia de todo lo anterior, aumenta la posibilidad de presentar enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus e hipertensión arterial

Algo muy importante a considerar es que la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama en las mujeres posmenopáusicas. Esto pasa independientemente de que ya no se producen estrógenos por el ovario, pero en las mujeres posmenopáusicas con obesidad, el tejido adiposo periférico e incluso, el que se encuentra en la glándula mamaria son las fuentes principales de la síntesis de estrógenos y éste es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de algunos tipos de este cáncer.

(Foto: Pexels)

Con base en lo anterior es importante mantener un adecuado peso en esta etapa de la vida de la mujer, el cual debe ser acompañado por un menor consumo de alimentos procesados, altos en grasas y carbohidratos, así como realizar actividad física. Todo lo anterior conduce a una mejoría del perfil de riesgo cardiovascular, como resultado de sus efectos beneficiosos sobre varios parámetros, como es la disminución en el tejido adiposo subcutáneo y visceral, mejora el perfil de los lípidos, la presión arterial, etcétera.

Además, la actividad física trae efectos beneficiosos en los trastornos psicológicos que pudieran presentarse en la posmenopausia (como son los síntomas de ansiedad y/o depresión). Todo esto lo podemos resumir en esto, no se debe olvidar un hecho simple, mantener las conductas dietéticas y de estilo de vida adecuadas para prevenir o al menos minimizar los efectos secundarios de la obesidad durante la perimenopausia-menopausia y posmenopausia.