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La vida después del cáncer

Los pacientes oncológicos pueden sufrir un padecimiento llamado síndrome de Damocles. Te lo explicamos

Escrito en OPINIÓN el

Es innegable el avance que ha tenido la ciencia en materia del diagnóstico y tratamiento de los cánceres más comunes entre la población. Cada vez más, los pacientes rompen la, hasta hace poco, mítica barrera de los cinco años de sobrevivencia.

Yo misma he acompañado a pacientes con veinte y más años de haber sido diagnosticados. Sin embargo, volver a retomar la vida como la conocían resulta para muchos en un nuevo reto. Para un gran porcentaje, representa aprender a vivir con secuelas de los tratamientos: 

  • linfedema
  • ostomía
  • neuropatía

Otros, no retomarán las mismas actividades que realizaban, sea porque la oportunidad ya pasó o no pueden realizarlas y, en ocasiones, porque han decidido emprender caminos nuevos.

Ansiedad en pacientes oncológicos

 

(Foto: Pexels)

Por otro lado, la vigilancia médica no termina, saben bien que deberán tener un seguimiento individualizado, dependiendo de las circunstancias particulares. Aunque, entienden que esto les permite detectar cualquier cambio de manera oportuna, el vivir bajo la lupa, les genera ansiedad. 

Con la revisión, los síntomas de ansiedad aumentan de acuerdo con el tipo de cáncer, la etapa en que haya sido diagnosticado, la información que tengan sobre su enfermedad, pero también, en sintonía con su personalidad y el tipo de afrontamiento que tengan para enfrentar la incertidumbre. 

Pasan los años y la ansiedad los visita como para recordarles la fecha de sus próximos exámenes médicos. Algunos dicen que el paso de los años les ha enseñado a mantener la ansiedad bajo control; pero al parecer, nunca desaparece del todo. 

A esto le llamamos en psicología el Síndrome de Damocles: el miedo a que el cáncer recurra. El síndrome toma su nombre de la leyenda que cuenta la historia de un cortesano, de nombre Damocles, que presuntamente habría sido un adulador en la corte de Dionisio I, en el siglo IV a.C. 

Cuenta la historia que Dionisio le quiso dar una lección, permitiéndole vivir un día como rey. Cuando Damocles se dio cuenta que sobre su cabeza había una espada detenida solamente por un cabello de caballo, desistió de sus ambiciones personales. 

(Foto: Pexels)

Síndrome de Damocles 

El síndrome de Damocles puede amenazar de forma muy real la calidad de vida de quienes se sienten permanentemente ansiosos ante la posibilidad de una recaída. Si bien no existen recetas fáciles o únicas, algunas sugerencias podrían ayudarlos a vivir mejor:

  • Futurear de poco o nada sirve. Muchas de las cosas que pensamos jamás suceden y, por el contrario, la vida puede sorprendernos en cualquier momento con eventos nunca antes imaginados (positivos y negativos, según los evalúe cada quien).
  • Aquello que apasiona es lo único que realmente nos hace entrar en un estado de flujo, donde podemos relajarnos totalmente, de acuerdo con la teoría de Mihaly Csikszentmihalyi. Así que pregúntese cuáles son sus pasiones: leer, dibujar, bailar, cultivar plantas, estudiar, viajar, caminar, meditar, en realidad no importa qué le guste, hágalo siempre que pueda.
  • Cree una rutina balanceada, que dé sentido y propósito. Cuide su salud, pero sin obsesionarse. La vida social, emocional y espiritual merecen también espacio y tiempo en su agenda.

No es casual que el cáncer cuente con tan mala fama. Hasta hace poco la historia de la enfermedad era muy distinta a la actual. No escucho a nadie decir algo así como soy sobreviviente de infarto o de diabetes. 

Estos padecimientos cobran más vidas anualmente en México, que el propio cáncer y quienes han sufrido un infarto o padecen diabetes deben adoptar un estilo de vida saludable, seguir un tratamiento y someterse a estudios y revisiones médicas, en forma periódica. 

Sin embargo, no viven la ansiedad que los pacientes oncológicos enfrentan cada vez que se someten a estudios de control. Bien haríamos todos en trabajar en la desmitificación del cáncer.