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Identificar la demencia y Alzheimer para actuar a tiempo

Aunque no se pueden prevenir, hay recomendaciones que podrían retardar su desarrollo

Escrito en OPINIÓN el

La demencia y sus diversos tipos, como Alzheimer, son un problema de salud pública en México y el mundo, y su detección temprana es un reto debido a que pueden iniciar con síntomas menores, como el olvido de un dato de la vida cotidiana, y ser confundidas con padecimientos como depresión y delirio, o con deterioro cognitivo por la edad.

Aunque no se pueden prevenir, hay recomendaciones que podrían retardar su desarrollo y llegar a sus formas más graves, en las que la persona ya no puede valerse por sí misma y requiera de un cuidador.

La demencia es una enfermedad cerebral crónica que por lo regular ocurre en personas mayores de 60 años, se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria y la incapacidad para retener o aprender nuevos conocimientos.

Existen varios tipos de demencia que se diferencian por su origen, impacto en la vida del paciente y pronóstico; pueden ser resultado de enfermedades primarias del cerebro u otros trastornos, y los tipos más frecuentes son:

(Foto: Unsplash)

Identificar la demencia y Alzheimer para actuar a tiempo

  • Enfermedad cerebral cortical, como Alzheimer
  • Vascular, que se caracteriza por infartos ocurridos por el daño generado por el cierre de los vasos cerebrales.
  • Asociada a la afección de estructuras profundas cerebrales y acumulación de partículas resultantes de la degeneración o muerte neuronal. 
  • Demencia asociada a enfermedades infecciosas como sífilis y VIH.
  • Asociada a lesiones estructurales como traumatismo, tumores y la hidrocefalia normotensa (demencia reversible)
  • Demencia por causas tóxicas (sustancias como alcohol y fármacos)

Cuando hay demencia, se presenta la dificultad para identificar objetos, realizar actividades motoras aprendidas previamente -a pesar de tener una función motora sana o conservada-, comprender o utilizar el lenguaje. 

Disminuye progresivamente la memoria y se deteriora globalmente la capacidad retener información reciente o fresca de lo que acaba de ocurrir hace no más de 5-10 minutos.

En cuanto al Alzheimer, es la enfermedad demencial más frecuente en el mundo; la OMS estima que más de 30 millones de personas la padecen y su crecimiento se duplica cada 5 años.

El Alzheimer inicia siempre con fallas en la memoria y orientación, en etapas avanzadas los problemas más severos son los cuadros de psicosis, alucinaciones, ideas delirantes o paranoia, que ocurren en alrededor del 10 por ciento de estos pacientes.

(Foto: Unsplash)

La capacidad funcional se limita al grado de no poder llevar una conversación coherente y depender por completo de un cuidador primario.

Progresan los cambios de personalidad y pueden volverse irritables, ansiosos, egocéntricos, inflexibles, irritarse con mayor facilidad o tornarse más pasivos, con una disminución del afecto, depresión, indecisión, falta de espontaneidad o aislamiento general de las situaciones sociales. 

En etapas avanzadas, los pacientes pueden perder el sentido del tiempo, se extravían a menudo y corren el riesgo de caídas o accidentes debido a la confusión. Se pierde por completo la memoria reciente y remota. Los pacientes pueden ser incapaces de tragar e incluso emitir lenguaje.

(Foto: Unsplash)

El diagnóstico se da descartando las causas que alteran la memoria y la posibilidad de lesiones cerebrales, por tumor infección, infestaciones, infartos, entre otros. Mientras que el tratamiento se basa en mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente. 

Al no existir cura y el hecho de que algunos fármacos solo pueden limitar discretamente la progresión, es necesario garantizar medidas de seguridad para el paciente, realizar la estimulación apropiada y actividades para la orientación.

En general, el pronóstico de la enfermedad es malo, ya que la demencia suele ser progresiva; sin embargo, el riesgo de progresión varía y depende de la causa. 

Se puede decir que el mejor tratamiento es ejercitar la memoria desde joven o realizar actividades que mejoren la capacidad para almacenar información en el cerebro.