La cirugía de rodilla es un procedimiento cada vez más común y efectivo para aliviar el dolor y restaurar la movilidad en personas con diversas afecciones articulares. Sin embargo, alrededor de esta intervención quirúrgica circulan numerosos mitos que pueden generar temor e incertidumbre en los pacientes, retrasando la búsqueda de una solución que podría mejorar significativamente su calidad de vida. Es crucial separar la realidad de la ficción para tomar decisiones informadas sobre la salud.
Principales mitos sobre la cirugía de rodilla
"La cirugía de rodilla es solo para personas mayores”. Este es quizás uno de los mitos más extendidos. Si bien es cierto que la artrosis, una de las principales causas de necesidad de reemplazo de rodilla, es más frecuente en adultos mayores, la cirugía no está limitada por la edad. Pacientes más jóvenes con artritis reumatoide, lesiones deportivas graves o deformidades congénitas también pueden ser candidatos a una intervención para aliviar su dolor y mejorar su función. La decisión se basa en el nivel de dolor, la limitación funcional y la respuesta a tratamientos conservadores, no en la edad cronológica.
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"Después de la cirugía, nunca podré volver a caminar normalmente". Este mito genera gran preocupación. La realidad es que la cirugía de rodilla, especialmente el reemplazo total, está diseñada precisamente para restaurar la movilidad y reducir el dolor, permitiendo a muchos pacientes volver a caminar, realizar actividades cotidianas e incluso practicar deportes de bajo impacto. El proceso de rehabilitación es fundamental para lograr estos resultados, pero la meta final es recuperar una función articular óptima.
"La recuperación es larga, dolorosa e insoportable”. Si bien el periodo postoperatorio implica cierto nivel de dolor e incomodidad, los avances en las técnicas quirúrgicas y el manejo del dolor han mejorado significativamente la experiencia del paciente. Se utilizan analgésicos, bloqueos nerviosos y terapias de frío para controlar el dolor. La fisioterapia temprana y constante, aunque requiere esfuerzo, es clave para una recuperación exitosa y para minimizar la rigidez y el dolor a largo plazo.
"La prótesis de rodilla durará poco tiempo y tendré que operarme de nuevo”. La durabilidad de una prótesis de rodilla ha mejorado considerablemente con los avances en los materiales y las técnicas de implante. Si bien no son para toda la vida, la mayoría de las prótesis modernas tienen una vida útil de 15 a 20 años o incluso más, dependiendo de factores como el nivel de actividad del paciente, su peso y el cuidado de la prótesis. Las revisiones quirúrgicas son posibles, pero no son la norma.
"La cirugía de rodilla es un último recurso". Si bien se suelen agotar primero los tratamientos conservadores como la fisioterapia, los medicamentos y las inyecciones, la cirugía de rodilla no debe considerarse un último recurso cuando estos tratamientos no logran aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente. Retrasar innecesariamente la cirugía puede llevar a un mayor deterioro de la articulación, dificultando la recuperación postoperatoria.
¿Quiénes son candidatos a la cirugía de rodilla?
Los pacientes que pueden beneficiarse de una cirugía de rodilla suelen presentar:
- Dolor severo y persistente: Que limita las actividades diarias, el descanso nocturno y no se alivia con tratamientos conservadores.
- Limitación funcional significativa: Dificultad para caminar, subir escaleras, levantarse de una silla o realizar otras actividades básicas.
- Deformidad de la rodilla: Como la rodilla varo ("en paréntesis") o rodilla valgo ("en X").
- Falta de respuesta a tratamientos no quirúrgicos: Como fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios, inyecciones de corticosteroides o ácido hialurónico.
- Diagnóstico de afecciones como: Artrosis, artritis reumatoide, lesiones traumáticas graves o necrosis avascular.
¿Cuándo se recomienda la cirugía de rodilla?
La cirugía se recomienda cuando el dolor y la limitación funcional impactan negativamente la calidad de vida del paciente y los tratamientos conservadores han fallado en proporcionar alivio. La decisión final se toma en conjunto entre el paciente y el cirujano ortopedista, evaluando cuidadosamente los síntomas, el examen físico, las radiografías y otras pruebas diagnósticas.
Existen diferentes tipos de cirugía de rodilla
- Reemplazo Total de Rodilla (RTR): Se reemplazan las superficies articulares dañadas del fémur, la tibia y la rótula por componentes artificiales (prótesis). Es el procedimiento más común para la artrosis avanzada.
- Reemplazo Parcial de Rodilla (RPR) o Unicompartimental: Se reemplaza solo la parte dañada de la rodilla, preservando el tejido sano. Es una opción para pacientes con artrosis que afecta sólo una de las tres partes de la rodilla.
- Artroscopia de Rodilla: Se utiliza una pequeña cámara (artroscopio) e instrumentos quirúrgicos delgados para diagnosticar y tratar problemas dentro de la rodilla, como meniscos rotos, ligamentos dañados o cartílago suelto.
Tiempo de recuperación
El tiempo de recuperación varía según el tipo de cirugía, la salud general del paciente y su compromiso con la rehabilitación. En general:
- Reemplazo Total y Parcial de Rodilla: La hospitalización suele durar unos pocos días. La fisioterapia comienza inmediatamente y continúa durante varios meses. Muchos pacientes experimentan una mejoría significativa en el dolor y la movilidad en las primeras semanas, pero la recuperación completa puede llevar de 6 a 12 meses.
- Artroscopia de Rodilla: La recuperación suele ser más rápida, con muchos pacientes volviendo a sus actividades normales en unas pocas semanas o meses. La fisioterapia también es importante para una recuperación óptima.
Beneficios de operarse de la rodilla
Los beneficios de la cirugía de rodilla pueden ser significativos e incluyen:
- Alivio del dolor: Reducción o eliminación del dolor crónico de rodilla.
- Mejora de la movilidad: Mayor facilidad para caminar, subir escaleras, agacharse y realizar otras actividades.
- Restauración de la función: Recuperación de la capacidad para participar en actividades cotidianas y de ocio.
- Mejora de la calidad de vida: Mayor independencia, mejor estado de ánimo y capacidad para disfrutar de la vida.
- Corrección de deformidades: Alineación adecuada de la rodilla.
La cirugía de rodilla es un procedimiento seguro y efectivo que puede transformar la vida de las personas que sufren de dolor e incapacidad debido a problemas articulares. Al desmitificar las creencias erróneas y comprender los beneficios, los riesgos y el proceso de recuperación, los pacientes pueden tomar decisiones informadas y buscar la atención médica que necesitan para recuperar su movilidad y mejorar su calidad de vida.
Es importante mencionar que es fundamental consultar con un cirujano ortopedista experimentado para obtener una evaluación individualizada y determinar si la cirugía de rodilla es la opción adecuada.