SALUD MENTAL

Prevención del suicidio

El mundo se encuentra enfrentando una epidemia de problemas de salud mental sin precedentes en la historia moderna

El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Concientización sobre la Prevención del Suicidio.
El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Concientización sobre la Prevención del Suicidio.Créditos: Canva
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Este siguiente 10 de septiembre, como cada año, se cumple un año más del recordatorio obligado del Día Mundial de la Concientización sobre la Prevención del Suicidio. Este año especialmente englobado por algunas características especiales que es muy pertinente recalcar.

El presidente de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), el Dr. Petrus Levonius, presidió hace unos pocos días, una conferencia en línea acerca del tema. Su declaración inicial era fuerte y contundente: nunca se había contado con los índices de suicidios que se registraron durante el último año en la Unión Americana.

Se habló de una tendencia persistente desde los últimos 20 años; progresivamente y sin caída se han venido elevando los índices de suicidios en los Estados Unidos. Actualmente se calcula que hay cerca de 12 suicidios por cada 100,000 habitantes en ese país. Una tendencia que no ha venido a la baja a pesar de todos los esfuerzos realizados desde los últimos 15 años. Hay que recordar que lamentablemente, se trata de una patología que no tiene manejo, por su naturaleza intrínseca, solo se trata de refinar los mejores mecanismos para implementar su prevención.

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Para México el fenómeno es muy interesante. Los primeros registros serios se cuentan por parte del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en 1973 donde se reportaban 1.1 suicidios por cada 100,00 habitantes y a los números del año pasado nos encontramos en 5.2 suicidios por cada 100,000 habitantes.

Una métrica que, a pesar de haberse incrementado 5 veces en los últimos 50 años, nos sigue colocando en un semáforo verde en cuanto a las matemáticas de las autolesiones en el mundo. Esto comparándonos con lo ya nombrado en los Estados Unidos, o el 23 habitantes de cada 100,000 en Japón, o el 30 de cada 100,000 en los países nórdicos, mismos que se localizan en un hipotético semáforo rojo.

De igual manera, la semana pasada, se convirtió en viral una nota del portal argentino Infobae, que expresaba la opinión bien informada de expertos del cono sur acerca de los cambios que se han registrado en este fenómeno en esa parte del mundo. Tendría yo que agregar que nada diferente a lo que vimos en otras latitudes. La declaración era dura y fuerte: los suicidios se incrementaron dramáticamente durante y posterior a la pandemia de la covid-19.

Incluso, en el peor momento del confinamiento se reportaron cifras de un aumento del 50% a lo que se contaba en 2018-2019. Así mismo, expresando su opinión, de que, en el último año, si bien las cifras no son las mismas del 2020, no hemos regresado a lo que estábamos acostumbrados. De hecho, el mundo se encuentra enfrentando una epidemia de problemas de salud mental sin precedentes en la historia moderna que condiciona estos incrementos.

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Así es que, nunca tan relevante como este año, el 10 de septiembre hay que controlar la conversación y hacer que todos nos detengamos unos minutos del día a reflexionar sobre el fenómeno del suicidio, complejo, duro y fuerte, como es, pero que no podemos simplemente cerrar los ojos y pretender que no existe. Esta ahí, siempre ha estado, y se ha complicado en los últimos años. Todos, como sociedad civil, tenemos la obligación e participar y tomar nuestro estandarte en la lucha para su prevención.