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Fundación CIMA contra el cáncer de mama cumple 20 años

La Fundación CIMA, una organización destinada al cáncer de mama, cumple 20 años este 3 de octubre

Escrito en OPINIÓN el

Escribo mi columna en un día muy especial. Hoy, 3 de octubre, cumple Fundación CIMA veinte años de haber presentado públicamente en el majestuoso Castillo de Chapultepec, una idea muy ambiciosa: probar a la sociedad mexicana que el cáncer de mama no siempre significa muerte y para probarlo, estaba yo como testigo y la fundación que ese día nacía.

No sabía cuántos años me quedarían de vida, pero los que fueran, debían de ser suficientes para dos cosas: para tener a mis hijos y para haber hecho una diferencia en la percepción que México tenía del cáncer de mama.

Por supuesto me ocupa mucho el tema de cambiar las estadísticas en nuestro país y hacer que, contrario a lo que ocurre, sea la mayoría de los casos los que se diagnostican en etapas tempranas.

Para hacerlo, no sólo se necesita la convicción de la sociedad civil y el capricho y determinación de unos cuantos, como yo, es imperativo contar con otros factores como la voluntad política y la correcta y suficiente asignación de recursos, además de un Plan Nacional de Prevención y Control Integral de Cáncer.

Fundación CIMA cumple 20 años 

Cuando fundé CIMA, 10 mexicanas morían por cáncer de mama diariamente. Hoy, veinte años después, se habla de 21 personas que pierden la vida por la enfermedad cada día.

Este dato me enoja y sin duda me frustra, pero también me impulsa a continuar en la lucha agarrándome de lo mucho que sí hacemos en el día a día de la Fundación, del apoyo directo a miles de pacientes con cáncer de mama, y de la convicción de querer dejar un legado para México.

(Foto: Fundación CIMA)

Hoy tengo la certeza de estar dando el paso más importante de mi carrera en la filantropía y me refiero al momento histórico que estamos viviendo al haber iniciado los trabajos para  impulsar, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, La Ley General de Cáncer en México.

Un desafío enorme por muchas razones que podría marcar un antes y un después y que, con toda certeza, no va a ser fácil, pero va a valer la pena.

Todas las acciones de política pública que impulsamos durante muchos años para provocar cambios necesarios en el sistema se van a ver materializados en un instrumento inamovible y con todas las facultades dentro de un marco normativo para asegurar la atención médica y de calidad para las personas con cáncer en nuestro país. ¡Gran noticia para todos! Y acentúo para todos, porque nadie tenemos la salud comprada.

¿Cómo es posible que siendo México la economía número 15 a nivel mundial, y la segunda en Latinoamérica, tengamos las fallas que todos conocemos en el sistema de salud pública? No es congruente. ¿Cómo puede un país alcanzar ese nivel, mientras mucha de su gente muere innecesariamente?

(Foto: Pixabay)

México destina 2 puntos del PIB a salud; OMS recomienda por lo menos 6 

En México se asigna alrededor del 2.65% del PIB a salud y la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo del 6% para que se asegure una atención integral de calidad a los pacientes con cáncer.

Para lograrlo, nos faltarían 663 mil millones de pesos adicionales a los asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2023. Pero parece que la salud del pueblo mexicano no es prioridad para el gobierno actual, porque en vez de destinar financiamiento a este rubro, por ejemplo, etiquetando impuestos que se vayan directo al rubro salud, se priorizan otros como el costo de la deuda, el cual el próximo año, se lleva más puntos porcentuales que el gasto en salud.

Hay fórmulas muy sencillas que no entiendo por qué no pesan al momento de definir el presupuesto en salud. Un cáncer de mama en etapa temprana tiene un costo de aproximadamente 54 mil pesos, mientras que uno en etapa avanzadas (ya con metástasis) cuesta al IMSS en promedio, 593 mil pesos.

¿Por qué no se desarrollan los programas puntuales y se intensifican aquellos de prevención, detección oportuna y tamizaje de cáncer de mama, apostándole así a una reducción en el costo de tratamientos avanzados?

El beneficio es claro tanto para la población, como para la economía misma del país. ¿Por qué andar (medio) tapando hoyos, y no abordar el problema desde la estructura?

Todavía hay mucho por hacer 

No puedo evitar sentir frustración al ver que, como sociedad civil organizada, andemos buscando la forma de convencer a legisladores que padecimientos como el cáncer deben de ser considerados como prioridad en la agenda, ¿no es evidente que así debe de ser?

México adquirió un compromiso con el pueblo al prometer mantenerse en línea con la agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la ONU y no veo que estemos enfilados en ese camino.

Que valga esta columna para reiterar que CIMA da para mucho más y que, aunque hagamos berrinches de vez en cuando, no nos vamos a detener porque aún hay tanto por hacer.

(Foto: Pixabay)

Que el compromiso que adquirí conmigo misma hace veinte años, lo sostengo y que hoy 3 de octubre, inicio un nuevo capítulo para la fundación con planes y metas concretas que derivan del aprendizaje de todos estos años de labor.

Agradezco a AIGL(E) las varias capacitaciones que hemos recibido y el poner a nuestro alcance todas las conversaciones con especialistas del Centro de Análisis e Investigación, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria y de México Evalúa, que tanto me han enseñado y me han permitido entender un poco mejor cómo funciona el gasto público en México.