¿Alguna vez habías escuchado que tomar mucha agua y hacer ejercicio eran malos para la salud de los niños y niñas? Pues de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estos son factores que, sumados a la ingesta de alimentos difíciles de digerir, provocan malos hábitos de sueño y con ello, un bajo rendimiento escolar.
De acuerdo con el organismo, en la etapa escolar se han identificado diversos trastornos del sueño, donde los más frecuentes son el insomnio, las pesadillas, los terrores nocturnos, entre otros.
Por ello, especialistas del IMSS recomiendan a los padres de familia vigilar que antes de dormir, sus hijos eviten ingerir alimentos de difícil digestión, tomar agua en abundancia, realizar ejercicio intenso y se cercioren de acostarlos a la misma hora, pues siete de cada 100 niños padecen malos hábitos de sueño.
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La lectura también recomiendan quitarla.
El doctor Jesús Maya Mondragón , Coordinador de Programas en la Medicina Familiar, señaló que esas medidas son fundamentales para un mejor desarrollo físico e intelectual y un mejor rendimiento escolar.
"una tarea fundamental de mamás y papás es preparar a los niños antes de ir a dormir con hábitos como bañarse, cepillarse los dientes o ponerse pijama.
En cuanto a la recámara del niño, el médico especialista en psiquiatría, del IMSS precisó que a la hora en que el niño va a dormir, el lugar debe estar confortable, en silencio total, sin luz, sin televisor o computadora encendidos, y no permitir la lectura en la cama", se puede leer en el comunicado emitido por dicha institución de salud.
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Los problemas de sueño y el rendimiento escolar
Maya Mondragón explicó que en la etapa escolar se han identificado diversos trastornos del sueño, donde los más frecuentes son el insomnio, las pesadillas, los terrores nocturnos, el sonambulismo, la hipersomnia (episodios recurrentes de somnolencia) y la narcolepsia (tener sueño durante gran parte del día).
El tratamiento dependerá del diagnóstico, el cual de manera inicial comprende un plan educativo dirigido a modificar las causas de estos trastornos y dependerá en gran medida de la familia; en caso de no obtener la respuesta esperada con las medidas de higiene recomendadas se propone el uso de medicamentos que favorezcan la relajación muscular e inducción del sueño.
La falta de sueño va mucho más allá de solo provocar cansancio, sino que también puede llegar a manifestar cambios en el cuerpo del niño o niña.
De acuerdo con el doctor Donal Hensrud de Mayo Clinic, dormir menos de cinco horas o más de nueve, aumenta el riesgo de padecer enfermedades como diabetes y aquellas relacionada con la obesidad y sobrepeso.
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La duración del sueño es diferente en cada niño, pero en general los escolares (menores de 6 a 12 años de edad) deben dormir en promedio 10 horas por la noche.
Con información del IMSS, Mayo Clinic