El ajo es un condimento que se ha ido incorporando en miles de platos y remedios tradicionales en todo el mundo. Y es que además de darle un exquisito sabor a las comidas, tiene un elevado contenido de vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes que benefician la salud.
Se ha comprobado que actúa de forma similar a algunos medicamentos antibiótcos, aún se desconocen cuáles son sus efectos en el organismo, a continuación queremos compartir 8 interesantes razones para añadir ajo con más regularidad a la dieta.
El consumo de ajo reduce el riesgo de ataque al corazón y los problemas circulatorios causados por el endurecimiento arterial.
Además, por su alto aporte de alicina, controla la presión arterial alta, reduce los niveles de colesterol en la sangre y relaja los vasos sanguíneos.
Los compuestos sulfurosos del ajo tienen la capacidad de reforzar el sistema inmunitario para hacerle frente a los virus y bacterias que enferman el organismo.
Su acción antibiótica destruye los gérmenes y disminuye el riesgo de alergias respiratorias, resfriados e infecciones.
El ajo regula los procesos digestivos, disminuye la inflamación y ayuda a eliminar los parásitos y las bacterias del tracto gastrointestinal, evitando el desarrollo de infecciones y enfermedades crónicas.
Su consumo diario favorece la secreción de jugos estomacales, combate la candidiasis e impulsa la eliminación de desechos retenidos en el colon.
Reduce el riesgo de afecciones respiratorias, aliviando los síntomas de la congestión. Sus compuestos activos disminuyen el espesor de la mucosidad para facilitar su transporte desde los conductos hacia el exterior.
Este alimento limpia las arterias, mejora la función hepática y contribuye a purificar la sangre para una correcta eliminación de las toxinas.
Su consumo regular apoya la función de los órganos excretores y disminuye el riesgo de afecciones por intoxicación.
Su ingesta disminuye el riesgo de osteoporosis
Su pequeño aporte de calcio, sumado a las sustancias sulfurosas, ayuda a mantener la densidad de los huesos para evitar este tipo de enfermedades.
Este alimento contiene yodo, una sustancia esencial para la correcta producción de hormonas tiroideas.
Uno de sus compuestos activos, la alicina, disminuye la inflamación de la glándula y reduce el riesgo de trastornos como el hipotiroidismo.
Consumiendo un ajo cada mañana podrás prevenir y combatir esas antiestéticas venas varices que se forman en las piernas.
Su capacidad para relajar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación es la que aporta este maravilloso beneficio, además de recordar que es antiinflamatorio y evita la formación de coágulos en la sangre.
Como te pudiste dar cuenta, el ajo en la alimentación tiene muchos beneficios para nuestra salud. Sin embargo, cabe recordar que lo mejor es ingerirlo crudo, ya que cocido puede perder una parte significativa de sus propiedades.
(Con información de Mejor con Salud)
Se ha comprobado que actúa de forma similar a algunos medicamentos antibiótcos, aún se desconocen cuáles son sus efectos en el organismo, a continuación queremos compartir 8 interesantes razones para añadir ajo con más regularidad a la dieta.
- Cuida tu salud cardiovascular
El consumo de ajo reduce el riesgo de ataque al corazón y los problemas circulatorios causados por el endurecimiento arterial.
Además, por su alto aporte de alicina, controla la presión arterial alta, reduce los niveles de colesterol en la sangre y relaja los vasos sanguíneos.
- Apoya el sistema inmunitario
Los compuestos sulfurosos del ajo tienen la capacidad de reforzar el sistema inmunitario para hacerle frente a los virus y bacterias que enferman el organismo.
Su acción antibiótica destruye los gérmenes y disminuye el riesgo de alergias respiratorias, resfriados e infecciones.
- Mejora la digestión
El ajo regula los procesos digestivos, disminuye la inflamación y ayuda a eliminar los parásitos y las bacterias del tracto gastrointestinal, evitando el desarrollo de infecciones y enfermedades crónicas.
Su consumo diario favorece la secreción de jugos estomacales, combate la candidiasis e impulsa la eliminación de desechos retenidos en el colon.
- Actúa como un descongestionante
Reduce el riesgo de afecciones respiratorias, aliviando los síntomas de la congestión. Sus compuestos activos disminuyen el espesor de la mucosidad para facilitar su transporte desde los conductos hacia el exterior.
- Sirve para desintoxicar el cuerpo
Este alimento limpia las arterias, mejora la función hepática y contribuye a purificar la sangre para una correcta eliminación de las toxinas.
Su consumo regular apoya la función de los órganos excretores y disminuye el riesgo de afecciones por intoxicación.
- Cuida la salud ósea
Su ingesta disminuye el riesgo de osteoporosis
Su pequeño aporte de calcio, sumado a las sustancias sulfurosas, ayuda a mantener la densidad de los huesos para evitar este tipo de enfermedades.
- Protege la glándula tiroidea
Este alimento contiene yodo, una sustancia esencial para la correcta producción de hormonas tiroideas.
Uno de sus compuestos activos, la alicina, disminuye la inflamación de la glándula y reduce el riesgo de trastornos como el hipotiroidismo.
- Previene la formación de várices
Consumiendo un ajo cada mañana podrás prevenir y combatir esas antiestéticas venas varices que se forman en las piernas.
Su capacidad para relajar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación es la que aporta este maravilloso beneficio, además de recordar que es antiinflamatorio y evita la formación de coágulos en la sangre.
Como te pudiste dar cuenta, el ajo en la alimentación tiene muchos beneficios para nuestra salud. Sin embargo, cabe recordar que lo mejor es ingerirlo crudo, ya que cocido puede perder una parte significativa de sus propiedades.
(Con información de Mejor con Salud)