Se ha dicho que los embutidos son uno de los alimentos más fáciles de preparar y de bajo costo, sin embargo, ¿realmente nos venden embutidos de calidad? En ese sentido, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) analizó los jamones, para conocer los verdaderos ingredientes en las distintas marcas de jamón.
Cualquiera de los tipos de jamón o marca de jamón, lo más importante es su composición nutricional, es decir, los ingredientes del jamón, los cual son tan variados como las marcas y empresas productoras.
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Profeco exhibe al peor jamón ofrecido a los consumidores
Conforme el tipo de carne con que se elabora el jamón podemos encontrar jamón de pavo, jamón de pierna de cerdo o bien mezclas como jamón de cerdo y pavo o jamón de pavo y cerdo. Lo importante es que cuando elijamos un jamón que dice ser de pavo, realmente sea así, es decir, que sus etiquetas correspondan a su contenido.
Otra manera de clasificar el jamón es conforme a su calidad: extrafino, fino, preferente, comercial y económico, los cuáles se diferencian por sus porcentajes de proteína o grasas conforme a la materia prima principal que se utilice para su elaboración.
Por lo anterior, Profeco analizó 44 de las diferentes clasificaciones comerciales para determinar en cada producto la calidad sanitaria, calorías, carbohidratos, grasa, fécula, humedad, proteína, sodio, tipo de carne y la información ofrecida a los consumidores:
“Según el grado de calidad se emplean también otros ingredientes, además de las materias primas cárnicas que sean más baratas. El precio siempre va acorde al tipo de jamón”.
A continuación, te presentamos las marcas que, conforme al estudio de Profeco, no contienen pavo o no son realmente jamón:
El peor jamón: no es jamón
Sparta Cocido, Jamón de pavo y cerdo/México/1 kilogramo. De acuerdo a su formulación, no debería usar la denominación jamón, ya que contiene pollo que no declara en ingredientes.
Marcas que no cumplen
- Parma Sabori, jamón Virginia de pavo/México/250 gramos. No cumple con 25 por ciento de reducción de sodio para ostentarse como reducido en sodio.
- Parma Campestre, jamón de pierna/México/250 gramos. Se ostenta como fino, pero contiene fécula que de acuerdo a esa clasificación no debe tener.
- Cuadritos, jamón Virginia de pavo/México/a granel. No cumplen con el porcentaje de proteína libre de grasa de acuerdo a la clasificación preferente que ostenta.
- San Rafael, jamón real de pierna/México/300 gramos. Se encontró que contiene almidón que no declara en sus ingredientes.
Marcas que ofrecen menos producto
Bafar, jamón de pavo/México/400 gramos. Tiene 4.7 por ciento menos producto. Duby, jamón cocido de pavo/México/500 gramos. Tiene 4.6 por ciento menos producto.
No contiene pavo
Duby, jamón cocido de pavo/México/500 gramos. Se denomina jamón cocido de pavo, pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo como exigen la NOM.
También se encontró que otras marcas sí cumplen conforme su presentación:
- Bafar (jamón de pavo Virginia 250 gr.)
- Capistrano (jamón de pavo Virginia 250 gr.)
- Chimex (jamón de pavo/cerdo a granel)
- Fud (jamón de pavo y cerdo americano 170 g./ jamón de pavo Virginia 290 g./ jamón de pavo y cerdo Virginia 290 g.)
- Kir (jamón de pavo Virginia 250 g.)
- Sabori (jamón de pierna extrafino 250 g.)
- Zwan (Premium y Premium Bienestar)
- Alpino (jamón de pavo 400 g.)
¿Cómo elegir jamón?
Finalmente, las recomendaciones principales para saber cómo elegir jamón, son las siguientes:
Ingredientes. Toma en cuenta los ingredientes principales y considera si contienen alérgenos como gluten, leche o soya.
¿Jamón? Hay otros embutidos similares que se ofrecen como jamón y que pueden lucir como tal a simple vista, sin embargo, la denominación es distinta, revisa las etiquetas.
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Etiquetas. Es uno de los puntos principales para elegir un jamón, así podrás conocer sus ingredientes y no exceder la recomendación de grasas o sodio.
Refrigeración. Este alimento requiere estar siempre en refrigeración.