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Ajo chino: para qué sirve, cómo se toma y contraindicaciones

El ajo chino, derivado del ajo, es un alimento con potentes propiedades farmacológicas. Esto es lo que debes saber antes de consumirlo

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el

¿Para qué sirve el ajo chino y cómo se toma? Como su nombre lo indica, se trata de una variedad del ajo, una hortaliza originaria de Asia Central que pertenece a la familia Liliaceae. Desde la antigüedad, este alimento ha sido utilizado para su uso en la cocina y por sus propiedades terapéuticas.

De hecho, en la Edad Media, fue utilizado para combatir la peste negra y en la actualidad continúan los estudios científicos que buscan examinar cuáles son todas las propiedades del ajo para la salud.

Hasta ahora se sabe que el ajo tiene propiedades medicinales entre las que destacan su acción antioxidante, su capacidad de modificar los lípidos en la sangre, y sus características antimicrobianas y antifúngicas.

A diferencia del ajo “tradicional”, el ajo chino tiene una apariencia amarilla y circular. Además de que tiene un sabor más suave y es menos oloroso, por lo que es preferido por muchas personas. Te platicamos por qué el ajo es un alimento que no debes dejar de consumir.

¿Qué beneficios tiene el ajo para la salud?

Los principales compuestos del ajo, sin importar sus variedades, son la aliína y el azufre. Además, contiene selenio, aminoácidos esenciales, saponósidos, vitaminas, enzimas, flavonoides y otros compuestos fenólicos.

(Foto: Pixabay)

El ajo es un alimento ampliamente estudiado por sus propiedades farmacológicas; esto es lo que ha encontrado la ciencia hasta ahora, de acuerdo con un artículo científico publicado en Elsevier, editorial de artículos académicos:

  • Gran fuente de antioxidantes: Inhibe la formación de radicales libres y protege contra la oxidación
  • Regula niveles de colesterol y triglicéridos: Gracias a sus componentes, el ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol HDL (malo) y nivelar los niveles del colesterol LDL (bueno); además tiene ayuda a evitar la coagulación de la sangre y prevenir la formación de depósitos de grasa en las arterias.
  • Reduce la hipertensión arterial: Diversos ensayos clínicos han demostrado que cantidades elevadas de ajo pueden ayudar a reducir la presión arterial de una manera moderada, gracias a sus propiedades vasodilatadoras.
  • Es antimicrobiano y antifúngico: Estudios in vitro han demostrado que la alicina, principal compuesto del ajo, puede combatir bacterias y hongos, específicamente frente a Candida, hongo que provoca la candidiasis oral.
  • Ayuda a reducir la aparición del cáncer: Diversos estudios epidemiológicos y ensayos realizados en animales mostraron un efecto protector del ajo ante algunos tipos de cáncer como el de estómago, colorrectal, de mama y cervical.
  • Mejora la inmunidad: Estudios han demostrado que el ajo puede estimular la proliferación de linfocitos y aumentar la actividad de las células natural killers, dos componentes vitales del sistema inmune.

(Foto: Pixabay)

¿Cómo tomar el ajo chino?

Se recomienda que un adulto tome una dosis de 4 gramos al día de ajo o 300 miligramos de ajo pulverizado. Toma en cuenta que un diente de ajo equivale a 3 gramos. Lo mejor es consumir el ajo crudo, por lo que, si te atreves, puedes comer un diente de ajo al día, pero lo debes masticar, porque tragarlo no sirve de nada.

Otra forma de consumirlo es preparar un aderezo. Para esto vas a prensar unos cuantos dientes de ajo y luego los vas a mezclar con aceite de oliva y un poco de sal. Otra opción es machacarlo o cortarlo en rodajas finas y consumirlos así o agregarlo a tus comidas. También puedes preparar una infusión de ajo, al hervir unos cuantos dientes en agua y luego removerlos.

Asimismo, existen cápsulas y polvos de ajo, pero recuerda que estos productos también pueden contener otros ingredientes que disminuyen el efecto del ajo o que puedan provocar problemas de salud, por lo que debes consultar a un doctor antes de consumirlos.  

(Foto: Pixabay)

Contraindicaciones del ajo

Aunque el ajo no se considera tóxico y los efectos adversos más frecuentes de su consumo son el mal olor corporal y el mal aliento, en algunas personas puede provocar otros malestares.

Cuando se consume en dosis elevadas o por personas sensibles, el ajo puede causar dolor abdominal, sensación de saciedad, náuseas y flatulencias. También puede causar alergia en algunas personas.

No lo deben consumir personas que toman heparina, warfarina u otros anticoagulantes, ya que puede causar hemorragias. Asimismo, si una persona es sometida a una cirugía, debe detener el consumo de preparados de ajo, 10 días antes.

Las personas con trastornos de la coagulación, las mujeres embarazadas y las madres lactantes tampoco deben consumir grandes cantidades de ajo más allá de las presentes en la comida. 

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(Con información de Elsevier)