Un estudio estadounidense encontró que muchas personas van al supermercado que ofrece los mejores precios y no al que les queda más cerca, sin embargo, el preferir lo más barato, limita el acceso a los productos más saludables y a una variedad más amplia, provocando un mayor índice de obesidad.
Y esto fue descubierto luego de realizar una encuesta telefónica a varias personas sobre sus hábitos alimenticios y el lugar en donde surtían su despensa. Posteriormente hicieron una relación del porcentaje de personas con obesidad.
Al comparar los resultados encontraron que el 27% de las personas que compran en tiendas de bajo costo son obesas, mientras que solo el 9% de quienes compran en las tiendas más caras lo son.
Y fue justo ahí en donde encontraron la clave para reducir el problema, de acuerdo con lo publicado en American Journal of Public Health, la respuesta estaría en dotar a todos los supermercados con la variedad de alimentos sanos para garantizar la equidad al hacer las compras. (Con información de HealthDay)