Los trastornos de ansiedad entre los que se encuentran la ansiedad social, trastorno obsesivo compulsivo, agorafobia, pánico y ansiedad general, son de las enfermedades mentales más comunes, sin embargo, de las que menos importancia se les da por falta de información.
La investigadora Olivia Remes, especializada en ansiedad de la Universidad de Cambridge y autora de un estudio sobre el tema, señala que estos trastornos son vistos como problemas preocupantes y no como lo que en realidad son: enfermedades debilitadoras e incapacitantes que requieren tratamiento.
Añade que si bien la ansiedad puede ayudarnos a ser prudentes ante ciertas situaciones, cuando se convierte en una enfermedad, repercute en nuestra calidad de vida ya que nos impide hacer nuestras actividades cotidianas y nos mantiene en constantemente intimidados-
“Pueden aumentar el riesgo de suicidio, de incapacidad y de precariedad de la calidad de vida", indicó.
Menciona que para prevenir y tratar el padecimiento, se debe conocer más sobre él y para ello, aporta ocho datos obtenidos de su investigación.
"Tenemos la esperanza de que nuestro estudio sirva para concienciar de la importancia de la ansiedad para que se pueda investigar más sobre ella y para que los afectados puedan buscar y recibir el tratamiento necesario", concluye Remes.
(Con información de Huffingtonpost)
La investigadora Olivia Remes, especializada en ansiedad de la Universidad de Cambridge y autora de un estudio sobre el tema, señala que estos trastornos son vistos como problemas preocupantes y no como lo que en realidad son: enfermedades debilitadoras e incapacitantes que requieren tratamiento.
Añade que si bien la ansiedad puede ayudarnos a ser prudentes ante ciertas situaciones, cuando se convierte en una enfermedad, repercute en nuestra calidad de vida ya que nos impide hacer nuestras actividades cotidianas y nos mantiene en constantemente intimidados-
“Pueden aumentar el riesgo de suicidio, de incapacidad y de precariedad de la calidad de vida", indicó.
Menciona que para prevenir y tratar el padecimiento, se debe conocer más sobre él y para ello, aporta ocho datos obtenidos de su investigación.
- Las mujeres tienen el doble de riesgo de padecer ansiedad y esa prevalencia se mantiene a lo largo de los años, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.
- Las personas menores de 35 años, son más propensos a padecerlo sin importar el tipo de cultura o ambiente en el que desarrollen. En Pakistán el riesgo se incrementa en los habitantes de mediana edad.
- Tener adicción por los opioides, al juego o al internet, tiene una estrecha relación con el riesgo de padecer ansiedad. De los consumidores de estos fármacos en Estados Unidos, el 16% tenía trastorno de ansiedad. En todo el mundo, el 37% es adicto al juego lo que aumenta al doble el riesgo de la ansiedad.
- La ansiedad suele aparecer con otras enfermedades mentales o neurológicas como el trastorno bipolar, esquizofrenia y esclerosis múltiple.
- Enfermedades como las cardiovasculares, respiratorias, cáncer, diabetes o algún otro padecimiento crónico, aumentan el riesgo de desarrollar ansiedad. En el caso de los pacientes con cáncer, el riesgo crece de un 15 a 23%, aun en los supervivientes. En torno a la diabetes, las mujeres tienen un 55% de tenerla mientras que los hombres solo un 33%.
- Las personas que han vivido algún momento traumático, pueden presentar índices de ansiedad inusualmente elevados.
- Mujeres embarazadas o que recién dieron a luz, presentan índices más elevados de trastorno obsesivo compulsivo que la población, sobre todo en las mujeres más jóvenes.
- Las personas homosexuales o bisexuales que radican en países occidentales, tienen mayores índices de ansiedad a diferencia del resto de la población. Entre el 3% y el 20% de los hombres de la comunidad LGBT presentan ansiedad, mientras que las mujeres van de un 3% a un 39%.
"Tenemos la esperanza de que nuestro estudio sirva para concienciar de la importancia de la ansiedad para que se pueda investigar más sobre ella y para que los afectados puedan buscar y recibir el tratamiento necesario", concluye Remes.
(Con información de Huffingtonpost)