El trabajo, el tránsito, ir a la escuela por los hijos, hacer las compras, dedicar tiempo a la pareja, etc, son cosas que hacemos a diario pero que pueden hacernos perder el control porque no podemos encontrar un instante de tranquilidad.
Si bien muchas de esas responsabilidades no podemos abandonarlas, lo que sí podemos hacer es buscar métodos para hacer todo de la mejor manera y sin estresarnos, ¿cómo?
María Sánchez-Arjona, presidenta de la Fundación mashumano, y Mercedes Cano, coach especializada en Empoderamiento femenino e igualdad de género, explican que para vivir con tranquilidad, a pesar de hacer muchas cosas que nos puedan agobiar, solo se requiere hacer lo siguiente:
Por más que queramos hacer todo y sentirnos superhéroes, hay que aprender a decir “no”, pues evidentemente no podemos cumplir con todo.
Tómate un momento del día para detener tu ritmo y reflexionar un poco sobre tu vida.
“Dónde estás?, ¿haces lo que quieres?, ¿qué quieres lograr?, ¿así eres feliz?", son algunas de las preguntas que te ayudarán a conectarte con tu yo interno y saber qué decisiones tomar.
Aunque lo intentes y quieras que todo salga a la perfección, debes admitir que hay cosas que no están en tus manos o que no pasa nada si un día no las haces.
Trata hacer tus trámites o compras por internet, llevar a los niños a actividades recreativas mientras haces otros deberes o buscar el apoyo de algún familiar o persona de confianza.
No tiene nada de malo pedir ayuda de vez en cuando.
Al comenzar tu día, establece qué es lo más importante y qué puedes dejar para después, e incluso el día siguiente.
No trates de hacer todo tú solo, especialmente si vives en pareja
Ambos deben tener responsabilidades sin que uno haga más que el otro.
Esto ayudará a tener una relación saludable y enseñar a los hijos a ser responsables y cooperativos.
Si notas que tus horarios de trabajo no te permiten tener una vida persona de calidad, atrévete a proponer cambios que se ajusten a tus necesidades y que no afecten tu trabajo.
Más de uno te lo agradecerá.
Sin importar lo que tengas que hacer, al final del día o una vez por semana, dedícate un tiempo para hacer lo que más te gusta como leer, ir al gimnasio, ver una película, salir con tu pareja o disfrutar el día con amigos.
(Con información de ABC)
Si bien muchas de esas responsabilidades no podemos abandonarlas, lo que sí podemos hacer es buscar métodos para hacer todo de la mejor manera y sin estresarnos, ¿cómo?
María Sánchez-Arjona, presidenta de la Fundación mashumano, y Mercedes Cano, coach especializada en Empoderamiento femenino e igualdad de género, explican que para vivir con tranquilidad, a pesar de hacer muchas cosas que nos puedan agobiar, solo se requiere hacer lo siguiente:
Aprende a renunciar
Por más que queramos hacer todo y sentirnos superhéroes, hay que aprender a decir “no”, pues evidentemente no podemos cumplir con todo.
Haz pausas
Tómate un momento del día para detener tu ritmo y reflexionar un poco sobre tu vida.
“Dónde estás?, ¿haces lo que quieres?, ¿qué quieres lograr?, ¿así eres feliz?", son algunas de las preguntas que te ayudarán a conectarte con tu yo interno y saber qué decisiones tomar.
Recuerda que no eres perfecto
Aunque lo intentes y quieras que todo salga a la perfección, debes admitir que hay cosas que no están en tus manos o que no pasa nada si un día no las haces.
Busca alternativas
Trata hacer tus trámites o compras por internet, llevar a los niños a actividades recreativas mientras haces otros deberes o buscar el apoyo de algún familiar o persona de confianza.
No tiene nada de malo pedir ayuda de vez en cuando.
Prioriza
Al comenzar tu día, establece qué es lo más importante y qué puedes dejar para después, e incluso el día siguiente.
Comparte las tareas
No trates de hacer todo tú solo, especialmente si vives en pareja
Ambos deben tener responsabilidades sin que uno haga más que el otro.
Esto ayudará a tener una relación saludable y enseñar a los hijos a ser responsables y cooperativos.
Sé propositivo
Si notas que tus horarios de trabajo no te permiten tener una vida persona de calidad, atrévete a proponer cambios que se ajusten a tus necesidades y que no afecten tu trabajo.
Más de uno te lo agradecerá.
Quiérete
Sin importar lo que tengas que hacer, al final del día o una vez por semana, dedícate un tiempo para hacer lo que más te gusta como leer, ir al gimnasio, ver una película, salir con tu pareja o disfrutar el día con amigos.
(Con información de ABC)