Main logo

Las seis cosas que nunca deberías hacer en tu trabajo

El libro del buen trabajador te lo prohíbe

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el
Llegas al trabajo corriendo, con pantalones deportivos y unos zapatos de plástico que hacen juego con el verde… del pasto. Como si esto no fuera poco no te dio tiempo de comprar nada de comida y vas al refrigerador para ver que te puedes robar. ¡Alto, por favor! Donde crees que estas, compórtate.

Si conoces a algún compañero que hace algo de esto ayúdalo compartiendo las seis cosas que no deberías hacer en tu trabajo.

Por lo que más quieras… Deja de pelear


 

Una cosa es no estar de acuerdo con los demás, pero otra es armar un zafarrancho cada que quieras, si tomas por costumbre quejarte con tus compañeros, deberías reconsiderar el puesto en el que estas y lo que haces.

Primero que todo, a nadie le gusta una persona que pelee siempre sobre todas las cosas, entre más te quejes en la oficina mayores son tus posibilidades de decir si algo que te pueda meter en un problema. Si estás teniendo dificultades en tu trabajo o teniendo problemas con algún compañero, háblalo con él o un terapeuta y mantén el equilibrio mientras trabajas.

De la moda lo que te acomoda, pero no para la oficina


Como decía  Gianni Versace, uno de los diseñadores de moda más reconocidos. “Nuestro trabajo debería hacer soñar a la gente”, por eso mismo ponte a soñar y experimenta con tu armario, sólo no lo hagas en el trabajo.

Muchas empresas en estos días optan por un código de vestimenta más “casual”, esto puede ser bueno tanto para tu monedero, como para tu comodidad en toda tu jornada, pero cómodo y casual, no es sinónimo de informal y de mal gusto para la ocasión.

No importa que tan relajado sea el ambiente en tu oficina, no cometas el error de usar ropa demasiado reveladora, rasgada o muy sencilla. Evita camisetas potencialmente ofensivas o con lenguaje o estampado no apropiado. Tienes muchas oportunidades de expresarte fuera del trabajo y aunque una cosa sea cambiar tu traje formal por jeans, otra es usar una prenda que muestre tus atributos descaradamente.

Está demostrado que muchas de las ofertas de trabajo o ascensos de puesto tienen que ver con tu trabajo, eso es obvio, pero también con la forma en la que te ven los demás y no queremos mandar el mensaje equivocado a nuestros compañeros de trabajo.

Ofrécete como voluntario, pero no todo el tiempo


Exceder el llamado del deber es una manera de ponerte en el radar de tu jefe, posiblemente logres un avance en tu carrera. Pero una cosa que no debes hacer es ser esa persona que constantemente se ofrece de voluntario y asume más trabajo del que debe, incluso el de los demás.

Recuerda que no solamente estás en riesgo de que otros se aprovechen de ti, sino que potencialmente podrás esforzarte más de lo que debes y tu rendimiento global puede sufrir.

Nunca esparzas rumores


Oye escuchaste que fulanito dijo ... ¡Shh! A nadie le gustan los chismosos, evita los rumores, no te prestes a fomentarlos. Bajo las circunstancias equivocadas, podrías terminar violando algún código de recursos humanos. Si realmente necesitas hablar con alguien recurre  a un buen amigo.

Deja de revisar tus redes sociales


Incluso si trabajas en una oficina bulliciosa y llena de trabajo, existe una gran posibilidad de que alguien esté registrando tus hábitos laborales. Puede ser tu jefe o alguno de tus compañeros los que te estén vigilando y viendo si gastas mucho tiempo en tus redes sociales, chateando o hablando por teléfono.

Además, nunca sabes qué información esté siendo rastreada por tu empresa, así que si estás usando la red local o el internet de tu empresa, ten cuidado con los comportamientos que te puedan meter en peligro.

Si eres un foco de infección mejor no trabajes


Muchas compañías no distinguen entre vacaciones y días libres por enfermedad, lo que significa que si hay mal clima, debes arreglártelas para llegar a la oficina y reservar tu tiempo libre para algo más divertido que pasar la enfermedad.

Pero aunque esté bien llegar en algunos casos con un resfriado menor, si estás ardiendo en fiebre, tosiendo hasta morir o experimentando algún tipo de enfermedad digestiva seria, hazle el favor a tus compañeros de quedarte en casa. En cualquier caso explícale a tu jefe que estás bien pero que eres portador de gérmenes, y que preferirías tener el permiso para hacer tu trabajo desde casa ese día.