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¿Es bueno ejercitarse por la noche?

Lo ideal es dejar de entrenar cuatro horas antes de dormir

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el
El trabajo, la escuela o los deberes de la casa, ocasionan que la única hora para ejercitarse sea por la noche, pero ¿es recomendable?

Comúnmente se piensa que ejercitarse en la noche, ayuda a eliminar el estrés del día y mejora el sueño; sin embargo, si se entrena después de ciertas horas, puede ocasionar insomnio y otros malestares.

El neurólogo Hernando Pérez, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica que al ejercitarnos, ya sea en el día o la noche, el cuerpo acumula melatonina, uno de los grandes reguladores del sueño.

“Esta hormona se libera cada noche, aproximadamente un par de horas antes del inicio del descanso”, dice.

Indica que buenos niveles de la hormona, garantizan un buen sueño, aunque también hay otros factores que intervienen.

“La presión homoestática, que consiste en ir acumulando cansancio, y la luminosidad. Existe un pico fuerte de luz matinal; y cuando llega, el cerebro ya sabe que unas 14 horas después comienza el inicio del sueño. Por eso conviene marcar muy bien los ritmos: luz por la mañana y oscuridad por la tarde-noche”, explica.

¿Hasta qué hora se debe entrenar?


Por ello, el especialista considera que no tiene sentido ejercitarse muy tarde o en la madrugada, pues podría quitarnos el sueño y afectar nuestra calidad de vida.

Lo ideal es dejar el ejercicio, sobre todo si es moderado o vigoroso, unas cuatro horas antes de dormirnos.

“Nuestro cerebro necesita que le indiquemos que es la hora de descansar; y para ello, es fundamental practicar determinadas rutinas que funcionen como catalizador del sueño que viene: cepillarse los dientes, ponerse el pijama o beber un vaso de leche caliente”, resalta

Ejercicios de baja intensidad sí se pueden


El especialista explica que si la noche es el único momento disponible para ir al gimnasio, lo recomendable es hacer ejercicios relajantes como el yoga o pilates.

Por su parte, la doctora Irene Martín, radióloga y corredora de maratones, señala que para dormir bien, hay que adoptar ejercicios que vayan de mayor a menor potencia.

“Podemos empezar con un entrenamiento de tipo moderado e ir reduciéndolo hasta acabar con uno que nos relaje”, dice.

No todos sufren insomnio


Sin embargo, la doctora Martín indica que si bien ejercitarse tarde puede alterar el sueño, no es algo que le ocurra a todas las personas porque todo depende de la genética.

Explica que existen dos cronotipos genéticamente determinados: los búhos y las alondras. Los primeros funcionan mejor por las tardes, mientras que los segundos son madrugadores y resolutivos por las mañanas.

“Es decir, mientras que los búhos se benefician de una ducha matinal tirando a templada (se genera una vasoconstricción periférica que deriva sangre hacia el cerebro y nos ayuda a despertar), las personas que tienden al nerviosismo o la ansiedad se ven más beneficiadas con los baños nocturnos de agua caliente, porque las relaja y les ayuda a conciliar el sueño”, indica.

Añade que al ejercitarse, el cuerpo secreta cortisol, la hormona del estrés la cual pone al cerebro en sistema de alerta.

“Por lo tanto, si te encuentras entre los búhos, es probable que el ejercicio eleve tu frecuencia cardíaca y te mantenga alerta; lo que interferirá con tu descanso”, concluye.

(Con información de as.com)