Bañarte puede parecer tan sencillo que sólo requiere de agua y jabón, sin embargo, se requiere más que eso.
La doctora Elena de las Heras, dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica que muchos de los problemas de la piel surgen porque no tenemos un baño adecuado.
Explica que en ocasiones llegamos a cometer once errores que repercuten directamente en la piel, ¿cuáles son?
Bañarte con agua muy caliente reseca la piel, por lo que hay que utilizar agua a temperatura media, es decir, 30°C.
Se deben evitar los geles con jabón porque eliminan el manto ácido de la piel.
Los jabones adecuados son los syndets, los cuales protegen a la capa hidrolipídica que recubre la piel.
No se debe abusar del baño en un día.
Si vas al gimnasio o tu trabajo te deja muy sucio, lo recomendable es bañarte rápido y sin gel.
Se debe tener cuidado con los productos de higiene porque dañan gravemente a la piel.
“Pueden producir alergias o dermatitis en las pieles sensibles. A más espuma, más conservantes", señala.
Asegúrate de eliminar todo resto del jabón corporal y el champú.
“El mínimo resto de gel o jabón que quede en la piel puede provocar dermatitis irritativas”, alerta.
Muchas mujeres aprovechan el momento del baño para eliminar el vello, pero esto puede provocar irritación.
Si se continúa haciendo, lo mejor es utilizar geles y espumas especiales para la depilación y utilizar agua templada o fría.
El peluquero David Lorente, director del salón que lleva su nombre, indica que abusar de los productos de higiene puede provocar un efecto contrario al deseado como sequedad, picor y descamación en el cuero cabelludo.
“La dosis justa, si se trata de un buen producto, es el tamaño de una nuez para una melena media”,
Lorente explica que la forma correcta de aplicar el champú, es repartirlo en todo el cabello, no solo en la coronilla.
El acondicionador, es según el especialista, es un elemento imprescindible.
“Hay que repartirlo por los medios y las puntas, realizando un masaje hacia el cuero cabelludo y sin friccionar demasiado los extremos”.
Uno de los elementos fundamentales en la regadera, pero que pocos toman en cuenta es el cepillo de uñas.
Las uñas deben cepillarse después de aplicar el gel de ducha.
"Tendemos a olvidarnos y cada vez encuentro extremidades en peor estado", dice Mónica Ceño, fundadora de la clínica estética The Lab Room.
La dificultad por no lavar la espalda es la razón por la que se descuida, lo que puede ser perjudicial para la salud.
“Es una de las zonas más propensas a acumular células muertas”, explica Ceño.
El médico afirma que hay personas sanas que no requieren de las esponjas, porque pueden aplicar el gel en la palma y así frotar el cuerpo, pero hay casos donde sí es necesario utilizarla.
“Por ejemplo, si hay lesiones cutáneas, como en la psoriasis, para la que la esponja presenta ventajas dado su poder descamativo. En personas dependientes por enfermedad o edad (niños y adultos mayores) también es aconsejable", menciona.
En caso de utilizarlas, el especialista sugiere desecharlas cada cierto tiempo porque se convierten en un albergue de bacterias.
(Con información de El País)
La doctora Elena de las Heras, dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica que muchos de los problemas de la piel surgen porque no tenemos un baño adecuado.
Explica que en ocasiones llegamos a cometer once errores que repercuten directamente en la piel, ¿cuáles son?
Subir la temperatura
Bañarte con agua muy caliente reseca la piel, por lo que hay que utilizar agua a temperatura media, es decir, 30°C.
Utilizar mucho jabón
Se deben evitar los geles con jabón porque eliminan el manto ácido de la piel.
Los jabones adecuados son los syndets, los cuales protegen a la capa hidrolipídica que recubre la piel.
Bañarse más de una vez al día
No se debe abusar del baño en un día.
Si vas al gimnasio o tu trabajo te deja muy sucio, lo recomendable es bañarte rápido y sin gel.
Utilizar productos con mucho perfume
Se debe tener cuidado con los productos de higiene porque dañan gravemente a la piel.
“Pueden producir alergias o dermatitis en las pieles sensibles. A más espuma, más conservantes", señala.
No enjuagarse bien
Asegúrate de eliminar todo resto del jabón corporal y el champú.
“El mínimo resto de gel o jabón que quede en la piel puede provocar dermatitis irritativas”, alerta.
Depilarse bajo el chorro de agua
Muchas mujeres aprovechan el momento del baño para eliminar el vello, pero esto puede provocar irritación.
Si se continúa haciendo, lo mejor es utilizar geles y espumas especiales para la depilación y utilizar agua templada o fría.
No utilizar mucho champú
El peluquero David Lorente, director del salón que lleva su nombre, indica que abusar de los productos de higiene puede provocar un efecto contrario al deseado como sequedad, picor y descamación en el cuero cabelludo.
“La dosis justa, si se trata de un buen producto, es el tamaño de una nuez para una melena media”,
No repartir bien el champú
Lorente explica que la forma correcta de aplicar el champú, es repartirlo en todo el cabello, no solo en la coronilla.
El acondicionador, es según el especialista, es un elemento imprescindible.
“Hay que repartirlo por los medios y las puntas, realizando un masaje hacia el cuero cabelludo y sin friccionar demasiado los extremos”.
No limpiar las uñas
Uno de los elementos fundamentales en la regadera, pero que pocos toman en cuenta es el cepillo de uñas.
Las uñas deben cepillarse después de aplicar el gel de ducha.
"Tendemos a olvidarnos y cada vez encuentro extremidades en peor estado", dice Mónica Ceño, fundadora de la clínica estética The Lab Room.
Descuidar la espalda
La dificultad por no lavar la espalda es la razón por la que se descuida, lo que puede ser perjudicial para la salud.
“Es una de las zonas más propensas a acumular células muertas”, explica Ceño.
Dejar de lado la esponja
El médico afirma que hay personas sanas que no requieren de las esponjas, porque pueden aplicar el gel en la palma y así frotar el cuerpo, pero hay casos donde sí es necesario utilizarla.
“Por ejemplo, si hay lesiones cutáneas, como en la psoriasis, para la que la esponja presenta ventajas dado su poder descamativo. En personas dependientes por enfermedad o edad (niños y adultos mayores) también es aconsejable", menciona.
En caso de utilizarlas, el especialista sugiere desecharlas cada cierto tiempo porque se convierten en un albergue de bacterias.
(Con información de El País)