Al empezar un régimen alimenticio más saludable, una de las cosas que creemos que pueden ser un snack nutritivo son las barritas energéticas, las cuales se ofrecen incluso como una recurso para recargar energía, mejorar el rendimiento y reponerse después del ejercicio.
Pero, ¿realmente son una opción saludable? Los expertos señalan que en algunos casos sí, pero en otros pueden causar malestares.
Efectos negativos de barritas energéticas
De acuerdo a Luis Roberto Vergara, médico internista de la Universidad de Barcelona y especialista en medicina del deporte, las barritas pueden ser una excelente fuente de carbohidratos, proteínas, grasas y fibra, pero mal utilizadas pueden tener efectos negativos en la salud.
Entre las complicaciones más importantes causadas por las barritas energéticas el experto destaca los malestares digestivos.
¿Por qué? Según Colleen Tewksbury, investigadora de programas bariátricos en Penn Medicine y presidenta de la Asociación de Nutrición y Dietética de Pensilvania, señala que estos efectos se deben a que las barritas energéticas son excesivamente altas en fibra.
"La fibra ralentiza la absorción del azúcar y el colesterol en el torrente sanguíneo, ayudando a mantener bajos los niveles de colesterol LDL y a estabilizar la glucosa. Es un buen aliado de la salud, pero su contenido en una barrita a veces es excesivo, de unos 12 o 15 gramos por porción", señala.
Estos productos contienen hasta tres veces más fibra que una manzana o que una rebanada de pan integral, lo que aunque parece bueno, en realidad no lo es.
El exceso de fibra causa problemas como gases o flatulencias, calambres, inflamación abdominal y malestares digestivos.
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Por su parte, Vergara considera que no es prudente comer barritas enriquecidas con fibra antes de hacer deporte debido al riesgo de diarreas u otros malestares estomacales.
Si comes las barritas energéticas, los expertos recomiendan que tomes mucha agua para que tu estómago puede digerir mejor la fibra.
Pero la fibra no es el único problema, pues se ha detectado que estos productos contienen polialcoholes, los cuales se emplean como edulcorantes artificiales en la industria alimentaria. En general, permiten un buen horneado y un aspecto apetitoso del producto, pero también causan hinchazón, gases, calambres y diarreas.
"En general, en grandes cantidades pueden tener efectos laxantes, aunque suelen ser ligeros y breves”, indica Vergara.
Otro de los efectos negativos de las barritas energéticas es que pueden tener también demasiados niveles de niacina, vitamina A y zinc, los cuales según la organización Environmental Working Group, pueden tener efectos negativos sobre todo en los niños.
En dosis altas, estas moléculas pueden causar daño hepático, en el caso de la vitamina A; erupciones cutáneas por exceso de niacina; e inhibición de la respuesta inmune, por niveles elevados de zinc.
Entonces, ¿hay que consumirlas o no? Los expertos señalan que hay que leer muy bien las etiquetas de las barritas energéticas para elegir el producto que más se adecúe a nuestras necesidades, tomando en cuenta el tipo de actividad que hacemos y la intensidad.
Si vas a hacer ejercicio, puedes consumir una barrita completa, aunque si vas a una competencia prolongada o de alta intensidad, lo ideal es que consumas una que tenga hidratos de absorción rápida, con poca fibra y proteínas para evitar molestias estomacales.
También debes asegurarte de que no tengan mantequilla, chocolate o colorantes, siempre elige aquellas con ingredientes nutritivos como avena, arroz inflado, semillas, frutas deshidratadas, frutos secos, aceite de oliva o yogur.
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(Con información de Buenavida)