Investigadores de la Universidad de Málaga en España crearon un nuevo dispositivo bucal hecho con impresoras 3D que elimina la apnea del sueño, es decir, la interrupción o reducción de la capacidad respiratoria mientras se duerme y ayuda a dejar de roncar.
Se trata de una especie de mandíbula artificial personalizada que permite abrir la boca sin que se alteren sus funciones.
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Al cambiar la posición habitual de la mandíbula mientras se duerme, se facilita el paso del aire durante las horas de sueño.
Con ello, se mejora la apertura de las vías respiratorias y se evitan los ronquidos al mismo tiempo que la suspensión transitoria de la respiración, conocida como apnea.
Los creadores de este avance son los investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Málaga (UMA), en colaboración con la empresa de ortodoncia Ortoplus.
Durante tres años, el investigador Juan Antonio Cabrera, trabajó en la creación de este dispositivo que “mantiene la boca en posición avanzada, por lo que evita la relajación del músculo que ocasiona el colapso de las vías aéreas.
Este aparato personalizado se caracteriza por su elaboración con materiales biocompatibles, es decir, componentes naturales o artificiales que pueden estar en contacto con el cuerpo humano y también se pueden implantar en un organismo vivo.
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Además, este mecanismo se fabrica en una impresora 3D, lo que permite un diseño exacto y personalizado que se adapta a la mandíbula del usuario, en comparación con las mascarillas que bombean aire a presión y que se usan actualmente para dejar de roncar.
Otros dispositivos que se desplazan al abrir la boca para conseguir el mismo efecto no están ajustados a la configuración de cada mandíbula.
La investigación combina un análisis cinemático, es decir, un estudio de la mandíbula que ofrece parámetros capaces de predecir su movimiento, sobre todo durante las fases de descanso.
Por su parte, para el diseño de cada férula se realiza una radiografía y una medición del rango de apertura máximo de cada mandíbula, para establecer cuál es el porcentaje necesario para permitir el paso del aire y acabar con la apnea y los ronquidos.
Otra de las mejoras que aporta este sistema es el empleo de un par de piezas simétricas, llamadas levas, que permiten que la mandíbula realice sus movimientos naturales. Al mismo tiempo, evitan que se desplace hacia atrás mientras se abre la boca al respirar.
La incorporación de estos elementos evita la sensación de ahogo, uno de los principales efectos de los sistemas que existen en el mercado para dejar de roncar.
>>Cuando roncar se vuelve una enfermedad
Estos problemas aunque parecen inofensivos, pueden tener consecuencias graves si no se controlan adecuadamente.
Los ronquidos se producen por una estrechez en la vía aérea hacia los pulmones, por lo que entra menos oxígeno y se produce lo que se conoce como hipoxia. Como no entra suficiente aire, hay una vibración, causando el sonido del ronquido.
En algún punto puede dejar de entrar suficiente aire y podemos dejar de respirar por una breve fracción de tiempo, originando la apnea del sueño.
La apnea del sueño no es cualquier cosa, porque nuestros pulmones dejan de recibir oxígeno y el cerebro ordena a los musculos respiratorios que hagan un esfuerzo para obtener aire y ahí es cuando los sonidos son más sonoros.
A largo plazo la apnea puede volverse crónica y las consecuencias pueden ser hipertensión, insuficiencia cardíaca, diabetes tipo 2 y en casos más graves, infartos.
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(Con información de Infosalus y El País)
Se trata de una especie de mandíbula artificial personalizada que permite abrir la boca sin que se alteren sus funciones.
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Dispositivo bucal para dejar de roncar
Al cambiar la posición habitual de la mandíbula mientras se duerme, se facilita el paso del aire durante las horas de sueño.
Con ello, se mejora la apertura de las vías respiratorias y se evitan los ronquidos al mismo tiempo que la suspensión transitoria de la respiración, conocida como apnea.
Los creadores de este avance son los investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Málaga (UMA), en colaboración con la empresa de ortodoncia Ortoplus.
Durante tres años, el investigador Juan Antonio Cabrera, trabajó en la creación de este dispositivo que “mantiene la boca en posición avanzada, por lo que evita la relajación del músculo que ocasiona el colapso de las vías aéreas.
Este aparato personalizado se caracteriza por su elaboración con materiales biocompatibles, es decir, componentes naturales o artificiales que pueden estar en contacto con el cuerpo humano y también se pueden implantar en un organismo vivo.
>>Qué hacer cuando un problema no te deja dormir
Impresión 3D para diseño personalizado
Además, este mecanismo se fabrica en una impresora 3D, lo que permite un diseño exacto y personalizado que se adapta a la mandíbula del usuario, en comparación con las mascarillas que bombean aire a presión y que se usan actualmente para dejar de roncar.
Otros dispositivos que se desplazan al abrir la boca para conseguir el mismo efecto no están ajustados a la configuración de cada mandíbula.
La investigación combina un análisis cinemático, es decir, un estudio de la mandíbula que ofrece parámetros capaces de predecir su movimiento, sobre todo durante las fases de descanso.
Por su parte, para el diseño de cada férula se realiza una radiografía y una medición del rango de apertura máximo de cada mandíbula, para establecer cuál es el porcentaje necesario para permitir el paso del aire y acabar con la apnea y los ronquidos.
Otra de las mejoras que aporta este sistema es el empleo de un par de piezas simétricas, llamadas levas, que permiten que la mandíbula realice sus movimientos naturales. Al mismo tiempo, evitan que se desplace hacia atrás mientras se abre la boca al respirar.
La incorporación de estos elementos evita la sensación de ahogo, uno de los principales efectos de los sistemas que existen en el mercado para dejar de roncar.
>>Cuando roncar se vuelve una enfermedad
¿Por qué es peligroso roncar y tener apnea?
Estos problemas aunque parecen inofensivos, pueden tener consecuencias graves si no se controlan adecuadamente.
Los ronquidos se producen por una estrechez en la vía aérea hacia los pulmones, por lo que entra menos oxígeno y se produce lo que se conoce como hipoxia. Como no entra suficiente aire, hay una vibración, causando el sonido del ronquido.
En algún punto puede dejar de entrar suficiente aire y podemos dejar de respirar por una breve fracción de tiempo, originando la apnea del sueño.
La apnea del sueño no es cualquier cosa, porque nuestros pulmones dejan de recibir oxígeno y el cerebro ordena a los musculos respiratorios que hagan un esfuerzo para obtener aire y ahí es cuando los sonidos son más sonoros.
A largo plazo la apnea puede volverse crónica y las consecuencias pueden ser hipertensión, insuficiencia cardíaca, diabetes tipo 2 y en casos más graves, infartos.
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(Con información de Infosalus y El País)