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Dieta de un mexicano: 30% de las calorías vienen de comida chatarra

Paulina Magaña, investigadora del Poder del Consumidor discute cuáles son los factores que incrementan los ambientes obesogénicos en México y cómo mejorarlos

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el

El sobrepeso y la obesidad son un problema grave de salud pública. En nuestro país todos los grupos poblacionales presentan esas características. 

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2020, el 38.2% de los niños y niñas de 5 a 11 años tienen sobrepeso y obesidad, el 43.9% de los adolescentes y el 74.1% de los adultos. 

¿Qué es lo que está pasando en México para llegar a estos índices y cómo está el consumo de comida chatarra en el país? ¿Cuáles son las propuestas del estado mexicano para atender este problema de salud pública?

Esas son las cuestiones que se deben analizar en torno al sobrepeso y obesidad en el país según expresa la maestra Paulina Magaña, investigadora de la Salud Alimentaria en el Poder del Consumidor durante el foro “Mexicanos gorditos ¿bien nutridos?” organizado por SuMédico.

(Foto: Pixabay)

Dieta de un mexicano: 30% de las calorías vienen de comida chatarra

En 2020, hubo más de 150 mil muertes causadas por la diabetes, 50 mil más que el año anterior. Esta enfermedad crónica se relaciona principalmente con el consumo de alimentos ultraprocesados y chatarra.

La maestra Magaña señala varios estudios que apuntan a que uno de los problemas de sobrepeso y obesidad en México deriva del consumo de alimentos ultraprocesados. De hecho, México encabeza la lista en Latinoamérica como el mayor consumidor de comida chatarra.

Los alimentos ultraprocesados son aquellos que están envasados y que cumplen con determinadas características como el exceso de azúcares, grasa, sodio y que tienen una gran cantidad de aditivos. 

El consumo de bebidas azucaradas de da desde el primer año de vida

El consumo de alimentos chatarra representa el 30% de las calorías de la dieta de un mexicano. El 80% de la población mexicana consume bebidas azucaradas y es una tendencia que se observa desde el primer año de vida, según la ENSANUT.

En cambio, el 40% de los niños consumen frutas y tan solo el 20% come verduras. 

(Foto: Desierto alimentario. Punto rojos: donde se puede conseguir productos ultraprocesados vs puntos verdes donde se pueden conseguir alimentos saludables)

Mexicanos supeditados a un ambiente obesogénico

La maestra Magaña explica que los mexicanos están supeditados a un ambiente alimentario obesogénico que contribuye a la aparición y permanencia del sobrepeso y la obesidad.

Éste se define como los factores del entorno a los que una persona está expuesta y que fomentan el aumento de peso. Como son la baja disponibilidad de alimentos naturales, la alta disponibilidad de alimentos ultraprocesados, que además son de bajo costo y están altamente publicitados. 

El ambiente alimentario obesogénico bajo el que se encuentran los mexicanos también ocurre por un fenómeno llamado desierto alimentario, explica Magaña. Se refiere a un territorio que carece de establecimientos específicos a los cuales la población puede acceder a alimentos saludables.

(Foto: Especial)

¿Cuál es la solución en el combate a la obesidad?

La maestra Magaña apunta 6 puntos clave como parte de una política integral contra la obesidad. 

  1. Medidas fiscales: Aumentar impuestos a alimentos ultraprocesados
  2. Publicidad: Regular la publicidad en medios tradicionales y digitales
  3. Mejorar la alimentación escolar: Garantizar que niños y niñas tengan acceso a alimentos saludables en las escuelas
  4. Etiquetados claros
  5. Lactancia materna
  6. Política agrícola

Para lograr estos puntos se tiene que hacer una modificación en instrumentos jurídicos como las leyes generales, los reglamentos y las normas que tengan como fin regular estos ambientes alimentarios.

(Foto: Especial)

Uno de los puntos donde se ha tenido éxito es en el etiquetado frontal. El Poder del Consumidor ha realizado numerosas campañas que apuntan a demandar ambientes alimentarios saludables

Asimismo el Poder del Consumidor ha analizado las transformaciones que se han dado a partir del establecimiento del etiquetado frontal y ha observado que aunque se han cumplido muchas de las reglas, todavía falta hacer un mayor esfuerzo para cumplir y mejorar las leyes. 

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