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Compuesto de té verde para tratar Síndrome de Down

Se podrían mejorar las capacidades intelectuales pero no es una cura

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el
El Síndrome de Down es un padecimiento que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a uno de cada 1,100 recién nacidos en todo el mundo y aunque se ha dicho que no hay tratamiento para combatir el problema, investigadores españoles han descubierto que esto puede cambiar con un compuesto presente en el té verde.

“Es la primera vez que un tratamiento demuestra eficacia en un ensayo fiable en términos científicos”, explica Mara Dierssen, neurocientífica del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y colíder del estudio.

La investigadora señala que con esto, se podrían mejorar las capacidades intelectuales de quienes padecen el síndrome, pero ello no quiere decir que sea una cura.

“El ensayo clínico abre nuevas vías a la terapia farmacológica en síndrome de Down”, indica.

Para hacer este descubrimiento, Dierseen y su equipo de colaboradores identificaron en roedores, un gen conocido como DYRK1A, el cual se relaciona con la formación del cerebro y es sobreactivado por el cromosoma extra.

Dicho gen produce un exceso de proteínas asociadas a las alteraciones cognitivas, pero esto puede revertirse con el compuesto epigalocatequina galato, el cual se encuentra en el té verde.

Los científicos experimentaron con 84 personas entre los 16 y 34 años, , a quienes dividieron en dos grupos: quienes tomaron el compuesto y los que consumieron un placebo.

Como resultado, se encontró que el extracto mejoró moderadamente la memoria a corto plazo y su capacidad para organizarse en la vida, además de que inhibió su impulsividad.

La especialista indicó que los cambios observados no son muy importantes, pero fueron suficientes para que casi todos los padres adivinaran al final que habían tomado sus hijos; si el placebo o el compuesto.

Aunque este descubrimiento podría marcar una importante diferencia, Dierseen lamenta que no exista suficiente apoyo de la industria farmacéutica.

“Es un compuesto presente en un producto natural y no se puede patentar. No es interesante para la industria”, dice.

Rafael de la Torre, director del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, en Barcelona, quien participó en el estudio, señala que ya hay muchas familias que por su cuenta, están suministrando el extracto de té verde a sus hijos, sin embargo, desaconseja hacerlo con menores de 16 años porque no se ha podido comprobar el perfil de seguridad.

“En adultos tampoco hacemos promoción activa. Ni aconsejamos ni desaconsejamos”, subraya.

Por su parte, el genetista Roger Reeves, de la Universidad Johns Hopkins, pide ser más cauto y alerta de los posibles efectos secundarios de la epigalocatequina galato en otras proteínas.

“Es importante que los ciudadanos sean conscientes de las limitaciones de nuestro conocimiento sobre potenciales efectos y efectos secundarios de un tratamiento sin supervisión con epigalocatequina galato”, enfatiza.

(Con información de El País)