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8 claves de Harvard para comer sano sin gastar una fortuna

Comer sano no tiene que ser caro si sabes cómo hacerlo. La Universidad de Harvard brinda algunos consejos para alimentarte de forma más sana sin tener la excusa del dinero

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el

Cuando pensamos en una dieta sana a veces creemos que lograrlo nos va a costar mucho esfuerzo y dinero. También creemos que es más fácil comprar comida rápida que comprar alimentos frescos que después debes preparar y cocinar. 

Y es que es verdad que los alimentos no perecederos como las sopas instantáneas, los embutidos y las galletas siempre serán más baratas que los alimentos cultivados como frutas y verduras y las carnes frescas. 

Sin embargo, comer saludable tampoco implica comprar productos publicitados como orgánicos y veganos que cuestan mucho dinero. Se trata de seguir una dieta simple con alimentos frescos y mantenerte en un presupuesto establecido. 

Por suerte, ahora te pasaremos los consejos de una de las instituciones más prestigiosas del mundo, la Universidad de Harvard, que nos enseña cómo comer de forma saludable al mismo tiempo que ahorras dinero. 

8 claves de Harvard para comer sano sin gastar una fortuna

Para romper con el mito de que comer sano es más caro que comer mal, Harvard realizó un metanálisis que examinó la diferencia de precio entre dietas saludables y las poco saludables en el que se descubrió que las dietas sanas solo cuestan un poco más, alrededor de 1.48 dólares más al día (30 pesos mexicanos). 

Está claro que entonces no hay ninguna excusa para seguir comiendo de manera poco saludable, ya que a la larga, invertir esos 30 pesos extra va a mejorar tu salud y prevenir enfermedades, cuya atención cuesta dinero. 

(Foto: Especial)

Estos son 8 consejos de Harvard para comer sano con poco dinero

  1. Haz un plan de tu menú semanal y elabora una lista de compras basado en eso 
  2. Reduce tu consumo de carne: En realidad, lo mejor que podemos comer son frutas, verduras, legumbres y granos enteros y la carne es mejor limitarla a un consumo de 2 veces a la semana. Prioriza las proteínas vegetales, ya que son muy nutritivas y más baratas en comparación a las proteínas animales.
  3. Compra snacks que te sacien y sean nutritivos: Si tu idea de snacks son unas papitas, no solo son caras sino que no te saciarán y te causarán que tengas hambre al poco tiempo, por lo que próximamente volverás a gastar dinero comprando otras papas. Mejor elige snacks saludables como frutas frescas o frutos secos y nueces que te dejen lleno por más tiempo. 
  4. Compra alimentos básicos no perecederos a granel: considera comprar cereales o legumbres a granel, ya que así puede salirte más barato a la larga que comprar paquetes pequeños. 
  5. Compra  marcas genéricas: Si, esas marcas genéricas que vemos en los supermercados. A menos de que al checar la información nutrimental y los ingredientes notes discrepancias importantes, ahórrate unos cuantos pesos y compra los productos sin marca comercial.
  6. Busca los productos rebajados: Ve a la sección de rebajas y si los necesitas, compra los productos en rebaja. Solo asegúrate de que no hayan caducado. Eso sí, deberás consumirlos cuanto antes. 
  7. Haz un inventario de tu alacena: Antes de salir a comprar cosas que no necesitas, haz un inventario de todos los productos que tengas en tu cocina por lo menos dos veces al mes. Planifica comidas basadas en esos ingredientes. 
  8. No compres productos muy perecederos: Si sabes que no te puedes acabar un kilo de manzanas o fresas en una semana, entonces compra porciones más pequeñas para no desperdiciar comida ni dinero. 

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(Con información de GQ)