Uno de los propósitos más frecuentes para este año 2018 es perder peso y hacer ejercicio, pese a que muchas personas refieren sentir hambre después del ejercicio.
Seguramente más de una vez has leído que ejercitarse da hambre, que hacer ejercicio produce hambre...
El hambre después del ejercicio puede ser un obstáculo para algunas personas que buscan lograr sus objetivos.
Te recomendamos: 7 cosas que piensas que te engordan pero no
Sin embargo, qué hay detrás del hambre después del ejercicio, ¿mito o realidad? aquí te lo contamos.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), uno de los mitos más extendidos en el ámbito deportivo es que el ejercicio aumenta el hambre o apetito y hace que comamos mucho más; inclusive, este consumo mayor podría superar la cantidad de energía utilizada en hacer ejercicio.
En búsqueda de resolver si es realidad o mito, investigadores del Instituto de Medicina en Estados Unidos, revelaron que es parcialmente cierto que el ejercicio produce más hambre, pues cuando se realiza ejercicio hay mayor desgaste y el organismo recibe la señal de que las reservas se reducen y se produce el hambre.
Lo que no es cierto es que se supere lo gastado; al hacer ejercicio por períodos largos se utiliza gran cantidad de calorías, esto es lo que genera más hambre y querer comer más.
Aunque la mayoría de las personas comen cantidades similares a las habituales después de hacer ejercicio; no es una diferencia significativa como en el caso de los deportistas de alto rendimiento.
Es el ejercicio de alta intensidad el que genera mayor desgaste y genera más hambre.
Mientras que el ejercicio moderado no hace gran diferencia en el consumo habitual de alimentos
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Sin embargo, no hay que temer al hambre, es normal sentirla por el desgaste y comer ayuda a la recuperación, eso sí, es importante que conozcas qué alimentos pueden potenciar tus resultados consultando con un especialista en Nutrición.
Recuerda que un plan de alimentación es aquel que te brindará la orientación necesaria para que comas conforme tus necesidades y requerimiento de energía y nutrientes a través de alimentos de calidad e intervenciones factibles.
¡Tú puedes!
Seguramente más de una vez has leído que ejercitarse da hambre, que hacer ejercicio produce hambre...
El hambre después del ejercicio puede ser un obstáculo para algunas personas que buscan lograr sus objetivos.
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Sin embargo, qué hay detrás del hambre después del ejercicio, ¿mito o realidad? aquí te lo contamos.
Hambre después del ejercicio, ¿ es posible?
De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), uno de los mitos más extendidos en el ámbito deportivo es que el ejercicio aumenta el hambre o apetito y hace que comamos mucho más; inclusive, este consumo mayor podría superar la cantidad de energía utilizada en hacer ejercicio.
En búsqueda de resolver si es realidad o mito, investigadores del Instituto de Medicina en Estados Unidos, revelaron que es parcialmente cierto que el ejercicio produce más hambre, pues cuando se realiza ejercicio hay mayor desgaste y el organismo recibe la señal de que las reservas se reducen y se produce el hambre.
Lo que no es cierto es que se supere lo gastado; al hacer ejercicio por períodos largos se utiliza gran cantidad de calorías, esto es lo que genera más hambre y querer comer más.
Aunque la mayoría de las personas comen cantidades similares a las habituales después de hacer ejercicio; no es una diferencia significativa como en el caso de los deportistas de alto rendimiento.
Es el ejercicio de alta intensidad el que genera mayor desgaste y genera más hambre.
Mientras que el ejercicio moderado no hace gran diferencia en el consumo habitual de alimentos
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Sin embargo, no hay que temer al hambre, es normal sentirla por el desgaste y comer ayuda a la recuperación, eso sí, es importante que conozcas qué alimentos pueden potenciar tus resultados consultando con un especialista en Nutrición.
Recuerda que un plan de alimentación es aquel que te brindará la orientación necesaria para que comas conforme tus necesidades y requerimiento de energía y nutrientes a través de alimentos de calidad e intervenciones factibles.
¡Tú puedes!