Hacer ejercicio es uno de los mejores hábitos que se pueden tener para cuidar la salud, sin embargo, existen muchos consejos para practicarlo que generalmente no son ciertos y que solo te pueden poner en riesgo.
Las personas más susceptibles de creer en los falsos consejos son los que apenas comienzan a ejercitarse, lo que puede causarles efectos contrarios a los esperados.
Para que no te ocurra, a continuación te decimos la verdad de cinco mitos que seguramente has escuchado más de una vez.
Cada persona es diferente, por lo que mucha actividad física no asegura que vayas a tener un cuerpo perfecto.
"Una persona goza de un estado de forma bueno cuando se somete a un chequeó médico y le sale todo bien, lleva una alimentación adecuada, psicológicamente es estable y hace una práctica deportiva regular a nivel recreativo y lo disfruta" explica Juan Francisco Marco, profesor del centro de ciencia deportiva, entrenamiento y fitness Alto Rendimiento.
Añade que lo más importante es el bienestar de la persona y no tanto un cuerpo atlético y tonificado. Incluso aunque se desee esto último, hacer mucho ejercicio no es la respuesta, sino que se debe realizar un entrenamiento regular y específico.
Comúnmente escuchamos que la mañana es la mejor hora para ejercitarte y aunque sí es efectivo, lo que se debe tomar en cuenta es el ritmo circadiano de cada individuo.
Este ritmo es el que marca el funcionamiento y la capacidad de la persona para realizar sus actividades en un momento del día.
“Va en relación con las fases de luz y oscuridad, con las estaciones del año y con las características de cada persona. No se puede extrapolar de forma general ya que es individual", menciona el doctor Luis Franco Banfonte, secretario general de la Federación Española de Medicina Deportiva, FEMEDE.
Por ello, para algunos la mejor hora es la mañana, mientras que para otros la tarde o la noche, aunque lo ideal es no ejercitarse después de las nueve de la noche, sobre todo de alta intensidad porque "puede afectar al ritmo del sueño y retrasar la necesidad de dormir. Esto haría que al otro día se esté más cansado y fatigado”.
Existe una fórmula que indica se deben consumir 60% de carbohidratos, 20% de grasas y 20% de proteínas para tener mejores resultados en el ejercicio, sin embargo, no se puede tomar como algo absoluto. Todo depende del tiempo y tipo de entrenamiento.
"En la parte de la nutrición se trata de buscar la receta milagrosa, el nutriente milagroso o el suplemento milagroso que nos haga mejorar el rendimiento, pero lo que necesita el deportista es conocerse mucho más para entender qué alimentos le funcionan mejor en cada momento y en cada situación", señala Javier Guerrero, responsable de planificación nutricional de Instituto de Nutrición Deportiva, IND, en España.
Usualmente se considera que si sudas mucho al ejercitarte, es mejor porque estás quemando la grasa, lo que no siempre es así.
Sudar no siempre significa que se esté haciendo el ejercicio de la manera correcta ni que estemos adelgazando, porque según el doctor César Kalazich, especialista de Medicina Deportiva Clínica MEDS, en Chile, la sudoración es pérdida de agua.
"La sudoración no es un proceso que gaste suficiente energía para hacer perder peso consistente o adelgazar", apunta.
La función de sudor, añade, es regular la temperatura y limpiar las impurezas el cuerpo, pero hay que ser conscientes que al perderlo, hay que reponerlo
Es recomendable pero no obligatorio, pues todo depende de la intensidad del ejercicio.
Asimismo, se debe de tener en cuenta el tipo de estiramiento, porque hay algunos métodos más recomendados para cada actividad física.
"El estiramiento sí beneficia pero depende de qué momentos, qué intensidades y de qué tiempos", detalla Juan Francisco Marco, del centro Alto Rendimiento.
Lo ideal es el estiramiento dinámico, los cuales implican mayor actividad muscular, coordinación y agilidad.
Para terminar, los mejores son los estáticos en donde apenas hay actividad muscular y articular que ayudarán a relajar la tensión y el músculo.
(Con información de BBC)
Las personas más susceptibles de creer en los falsos consejos son los que apenas comienzan a ejercitarse, lo que puede causarles efectos contrarios a los esperados.
Para que no te ocurra, a continuación te decimos la verdad de cinco mitos que seguramente has escuchado más de una vez.
Debes hacer mucho ejercicio para estar en forma
Cada persona es diferente, por lo que mucha actividad física no asegura que vayas a tener un cuerpo perfecto.
"Una persona goza de un estado de forma bueno cuando se somete a un chequeó médico y le sale todo bien, lleva una alimentación adecuada, psicológicamente es estable y hace una práctica deportiva regular a nivel recreativo y lo disfruta" explica Juan Francisco Marco, profesor del centro de ciencia deportiva, entrenamiento y fitness Alto Rendimiento.
Añade que lo más importante es el bienestar de la persona y no tanto un cuerpo atlético y tonificado. Incluso aunque se desee esto último, hacer mucho ejercicio no es la respuesta, sino que se debe realizar un entrenamiento regular y específico.
Es mejor ejercitarse en la mañana
Comúnmente escuchamos que la mañana es la mejor hora para ejercitarte y aunque sí es efectivo, lo que se debe tomar en cuenta es el ritmo circadiano de cada individuo.
Este ritmo es el que marca el funcionamiento y la capacidad de la persona para realizar sus actividades en un momento del día.
“Va en relación con las fases de luz y oscuridad, con las estaciones del año y con las características de cada persona. No se puede extrapolar de forma general ya que es individual", menciona el doctor Luis Franco Banfonte, secretario general de la Federación Española de Medicina Deportiva, FEMEDE.
Por ello, para algunos la mejor hora es la mañana, mientras que para otros la tarde o la noche, aunque lo ideal es no ejercitarse después de las nueve de la noche, sobre todo de alta intensidad porque "puede afectar al ritmo del sueño y retrasar la necesidad de dormir. Esto haría que al otro día se esté más cansado y fatigado”.
Debes comer muchos carbohidratos, proteínas o fruta
Existe una fórmula que indica se deben consumir 60% de carbohidratos, 20% de grasas y 20% de proteínas para tener mejores resultados en el ejercicio, sin embargo, no se puede tomar como algo absoluto. Todo depende del tiempo y tipo de entrenamiento.
"En la parte de la nutrición se trata de buscar la receta milagrosa, el nutriente milagroso o el suplemento milagroso que nos haga mejorar el rendimiento, pero lo que necesita el deportista es conocerse mucho más para entender qué alimentos le funcionan mejor en cada momento y en cada situación", señala Javier Guerrero, responsable de planificación nutricional de Instituto de Nutrición Deportiva, IND, en España.
Sudar es bueno
Usualmente se considera que si sudas mucho al ejercitarte, es mejor porque estás quemando la grasa, lo que no siempre es así.
Sudar no siempre significa que se esté haciendo el ejercicio de la manera correcta ni que estemos adelgazando, porque según el doctor César Kalazich, especialista de Medicina Deportiva Clínica MEDS, en Chile, la sudoración es pérdida de agua.
"La sudoración no es un proceso que gaste suficiente energía para hacer perder peso consistente o adelgazar", apunta.
La función de sudor, añade, es regular la temperatura y limpiar las impurezas el cuerpo, pero hay que ser conscientes que al perderlo, hay que reponerlo
Debes estirar antes del entrenamiento
Es recomendable pero no obligatorio, pues todo depende de la intensidad del ejercicio.
Asimismo, se debe de tener en cuenta el tipo de estiramiento, porque hay algunos métodos más recomendados para cada actividad física.
"El estiramiento sí beneficia pero depende de qué momentos, qué intensidades y de qué tiempos", detalla Juan Francisco Marco, del centro Alto Rendimiento.
Lo ideal es el estiramiento dinámico, los cuales implican mayor actividad muscular, coordinación y agilidad.
Para terminar, los mejores son los estáticos en donde apenas hay actividad muscular y articular que ayudarán a relajar la tensión y el músculo.
(Con información de BBC)