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Beneficios de la dieta mediterránea en el embarazo

Esta clase de alimentación brinda todos los nutrientes que necesita una mamá y su futuro bebé para un feliz embarazo.

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el
Una alimentación balanceada es fundamental para llevar a buen término un embarazo, pero aún desde antes tiene un impacto positivo en la salud de la mamá y el futuro bebé. Una de las mejores opciones es seguir la llamada dieta mediterránea.

Debido a sus beneficios, la dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, ya que en el caso de las mujeres embarazadas, ayuda a tener una gestación saludable y previene prevenir en tu bebé enfermedades como la diabetesenfermedades cardiovasculares.

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¿Por qué la dieta mediterránea es ideal?


De acuerdo con los especialistas e investigaciones, este tipo de dieta es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, entre ellos el hierro.

Lucía Bultó, nutricionista del D.M Centro de Asesoramiento en Dietética y Nutrición, indica que las mujeres embarazadas necesitan aproximadamente 27 miligramos de hierro diario, frente a los 18 miligramos que requieren las mujeres en edad fértil no embarazadas.

Durante el embarazo, las mujeres requieren una cantidad  mayor de hierro para fabricar más hemoglobina, ya que la cantidad de sangre que circula por el cuerpo aumenta casi 50% más de lo habitual.

Una dieta rica en hierro dota de oxígeno al cuerpo y favorece el crecimiento del bebé y de la placenta. Por ello, se recomendamos incluir en la alimentación: peras, almejas, verduras de hojas verdes y hortalizas, nueces y castañas, calabaza, así como zumo de naranja y alcachofa, que ayudan a la absorción de este mineral esencial para ambos.

Según la nutricionista, se puede absorber hasta 6 veces más hierro con una ensalada que incluya: perejil, cebolla, lentejas con tomate, pimiento y un poco de atún, aderezada con limón.

Antes, durante y después del embarazo


Los expertos también recomiendan seguir este régimen desde antes del embarazo, ya que su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares y problemas derivados del consumo elevado de azúcares refinados, como la diabetes.

Asimismo, consumir esta clase de alimentos desde el inicio de la segunda mitad del embarazo ayuda a cubrir la demanda de calorías  (250-300 kilocalorías diarias), a la vez que se refuerza el aporte de calcio mediante el consumo de productos lácteos, ya que el feto coge alrededor de 200 miligramos al día del aporte materno.

La mejor manera de asimilar el calcio en nuestro cuerpo es mediante la ingesta de hierro y alimentos ricos en vitamina C, como los que incluye la dieta mediterránea.

Pero además es ideal durante la lactancia, ya que el consumo de calcio debe aumentar aún más y se debe mantener una buena hidratación del cuerpo para favorecer la formación de leche materna.

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Por todas estas razones, esta clase dieta es perfecta para el embarazo, pero no olvides consultar siempre con tu médico antes de comenzar cualquier régimen de alimentación para obtener todos sus beneficios.