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3 tipos de trastornos alimenticios y sus consecuencias

Los trastornos alimenticios suelen iniciar en edades tempranas, entre los 11 y 12 años

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el

Se cree que los trastornos alimenticios solo implican dejar de comer u obsesionarse con las calorías, sin embargo, existen hasta 3 tipos de trastornos alimenticios que si no se reconocen a tiempo, pueden dejar secuelas irreversibles.

Las mujeres jóvenes son quienes desarrollan estos problemas con mayor frecuencia, pero se ha visto que en los hombres ha habido un aumento importante de casos en los últimos años, ¿por qué? A continuación te decimos todo lo que debes saber sobre los tipos de trastornos alimenticios que existen.

Tipos de trastornos alimenticios

Un trastorno alimenticio se define como una conducta de relación inadecuada con los alimentos, se refiere a una relación conflictiva y difícil con la comida que es considerada una enfermedad. Lo que distingue a estos trastornos es que causan conductas extremas a la hora de comer, es decir, la persona puede comer en exceso o dejar de comer por periodos prolongados.

En ese sentido, la maestra en psicología Herlinda Alquicira Carrillo, adscrita al Servicio de Apoyo Nutricio del Hospital Juárez de México (HJM), explica que debemos distinguir entre 3 tipos de trastornos alimenticios.

1. Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa se subdivide en otros dos tipos, la anorexia restrictiva y la anorexia purgativa.

En el primero, que es el más conocido, el paciente puede pasar varios días sin consumir alimentos, es decir que hay una restricción excesiva de comida que tiene por objetivo alcanzar una delgadez extrema.

Por su parte, la anorexia purgativa se refiere a la conducta de alimentación en la que el paciente puede comer pero después consume laxantes fuertes para desechar rápidamente todo lo que comió.

Quienes padecen estos problemas, a la larga terminan extremadamente delgados, con desnutrición y anemia.

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2. Bulimia

Este es uno de los tipos de trastornos alimenticios más conocidos, sin embargo, es el que menos se diagnostica en etapas tempranas ya que quienes lo padecen son capaces de ocultarlo por varios meses o incluso años.

No se restringe la comida, el paciente considera muchas veces reducir el consumo de calorías y porciones, pero al final nunca lo hace porque prefiere inducirse el vómito para poder comer grandes cantidades de comida sin culpa.

A diferencia de la anorexia, donde los pacientes pueden alcanzar una delgadez extrema, se ha encontrado que quienes tienen bulimia suelen tener sobrepeso y obesidad o incluso, parece que tienen un peso normal, por lo que es más difícil de que otras personas se den cuenta que lo padecen.


3. Binge eating o trastorno por atracón

En estos casos, la persona afectada tiene una falla total en el control de sus impulsos y suele tener atracones de comida de hasta 7 mil calorías, por lo que generalmente evitan comer en público o si tienen que hacerlo, comen muy poco frente a los demás.

Prefieren estar solos para comer y así no ser juzgados por el exceso de comida que disfrutan ingerir. No quieren llamar la atención.

Tratamientos

Los tratamientos para los trastornos alimenticios siempre deben ser multidisciplinarios, es decir, deben hacerse siempre bajo la supervisión de expertos en distintas ramas, principalmente gastroenterólogos, psicólogos, psiquiatras, neurólogos, fisioterapeutas y nutriólogos.

Se estima que hasta el 10% de todos los pacientes con anorexia mueren porque son los más difíciles de tratar, especialmente porque desarrollan complicaciones graves derivados de la falta de nutrientes. Prácticamente mueren de hambre.

Un gran problema con los pacientes anoréxicos es que generalmente niegan que tienen una enfermedad porque se sienten orgullosos de estar extremadamente delgados. Cuando finalmente aceptan un tratamiento pueden recaer fácilmente al ver que comienzan a subir de peso y en muchos casos, desarrollan también bulimia.

En el caso de los pacientes con bulimia, el vómito y las purgas durante varios años pueden tener secuelas como daño cardiaco, desgaste en el esmalte de los dientes, complicaciones en el colon, hemorroides, úlceras, desequilibrio en los ácidos gástricos y mayor riesgo de cáncer colorrectal.

A pesar de ello, tienen un mejor pronóstico clínico que los pacientes con anorexia y más probabilidades de recuperarse.

Finalmente, quienes sufren de atracones de comida requieren un tratamiento en el que se les aisle para poder desintoxicarlos y evitar que tengan contacto con los excesos de comida.

La atención psicológica es fundamental para tratar estos tipos de trastornos alimenticios, ya que la mayoría tiene su origen en las exigencias de la sociedad y la propia familia, sobre todo si en la infancia se hicieron muchas críticas o había poca tolerancia a la frustración.

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