El hígado graso es una condición en la que se acumula grasa en el hígado, llevar una buena alimentación es muy importante para las personas con este padecimiento, por lo que a continuación, te diremos los beneficios del aceite de oliva si padeces hígado graso.
El aceite de oliva extra virgen se obtiene directamente de aceitunas mediante procesos mecánicos, sin tratamientos químicos, y se caracteriza por tener un nivel de acidez libre bajo.
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¿Cuáles son los beneficios del aceite de oliva extra virgen para las personas con hígado graso?
Entre las estrategias nutricionales más recomendadas por los especialistas destaca el consumo de aceite de oliva virgen extra, cuyos beneficios para la salud hepática han sido ampliamente demostrados por la ciencia:
- Reduce la inflamación hepática
El aceite de oliva virgen extra es rico en polifenoles y ácido oleico, compuestos con potentes propiedades antiinflamatorias que ayudan a proteger las células del hígado. Estudios clínicos han demostrado que su consumo regular disminuye los marcadores de inflamación hepática como la proteína C-reactiva. Estos componentes actúan neutralizando los radicales libres y reduciendo el estrés oxidativo, uno de los principales responsables del daño hepático.
- Mejora la sensibilidad a la insulina
La resistencia a la insulina es uno de los factores clave en el desarrollo y progresión del hígado graso. El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, contiene compuestos bioactivos que mejoran la sensibilidad a la insulina y ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre. Investigaciones publicadas en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism muestran que su consumo habitual puede reducir hasta en un 30% el riesgo de desarrollar resistencia insulínica.
- Favorece la reducción de grasa acumulada en el hígado
Numerosos estudios han comprobado que el consumo regular de aceite de oliva virgen extra ayuda a movilizar y reducir la grasa acumulada en el hígado. Su particular composición de ácidos grasos monoinsaturados estimula la oxidación de grasas y mejora el perfil lipídico hepático. Un ensayo clínico realizado en España demostró que pacientes con hígado graso que siguieron una dieta enriquecida con aceite de oliva mostraron una reducción significativa del contenido graso hepático en solo 12 semanas.
- Protege contra la fibrosis hepática
El hígado graso no tratado puede progresar a fibrosis y, eventualmente, cirrosis hepática. Los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen extra, como la oleuropeína y el hidroxitirosol, han demostrado tener efectos antifibróticos. Actúan inhibiendo la activación de las células estrelladas hepáticas, principales responsables del desarrollo de fibrosis. Investigaciones del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba indican que estos compuestos podrían retardar e incluso prevenir el avance hacia estadios más graves de la enfermedad hepática.
- Mejora el perfil lipídico y reduce el colesterol
Las personas con hígado graso suelen presentar alteraciones en sus niveles de colesterol y triglicéridos. El aceite de oliva ayuda a equilibrar estos parámetros, reduciendo el colesterol LDL (malo) y aumentando el HDL (bueno). Su efecto hipolipemiante se debe a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y compuestos antioxidantes. Un estudio publicado en World Journal of Gastroenterology mostró mejoras significativas en los marcadores de función hepática y perfil lipídico en pacientes que sustituyeron otras grasas por aceite de oliva virgen extra durante seis meses.
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