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Problemas para dormir alertarían riesgo de cáncer

Una interrupción en el ritmo circadiano podría presentar un riesgo de desarrollarlo, ya que el reloj interno del cuerpo afecta muchas funciones biológicas

Escrito en ESPECIALIDADES el

Se sabe que el estilo de vida es uno de los factores de riesgo de cáncer y que el alcoholismo, el tabaquismo, la dieta y la obesidad son algunas de las causas que más se han estudiado, pero hay uno que es muy común y que aumentaría el riesgo de padecer algunos tipos de esta enfermedad que involucra un crecimiento anormal de células: el dormir mal.

¿Qué tan frecuente es el insomnio? De acuerdo con el doctor, neumólogo y especialista en trastornos del sueño, Ricardo Bellode 67.397.224 adultos mexicanos, 11.503.514 podrían estar sufriendo Insomnio.

El Insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la dificultad para dormir y permanecer dormido mínimo siete horas seguidas y se clasifica en transitorio, de corta duración o agudo y crónico. El primero se presenta de tres días a la semana, hasta por dos semanas; el segundo de una a cuatro semanas y el tercero es por más de cuatro semanas.

Se trata de la perturbación más común del sueño y si no es tratado, puede provocar enfermedades cardiovasculares, hipertensión, aumento de peso, diabetes, depresión y ansiedad, así como accidentes de tráfico, laborales y en el hogar.

“Aproximadamente el 18% de la población adulta en México padece insomnio”, señaló el doctor Alejandro Jiménez-Genchi, presidente de esta asociación.


Foto: pxhere.com

 

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Dormir lo suficiente es necesario tanto para la salud física como para la mental y no descansar nuestras horas podría indicar posibilidad de cáncer. Es algo viable. La Fundación del Sueño menciona que existe alguna evidencia de un vínculo entre la falta de sueño y esta enfermedad y que, en particular, las personas con trastornos del ritmo circadiano pueden tener un mayor riesgo.

Incluso, precisa que un estudio publicado en el International Journal of Cancer encontró relación entre los horarios irregulares de trabajo de las mujeres y la tasa de cáncer de mama.

“Los investigadores compararon a 1200 mujeres que habían desarrollado cáncer de seno entre 2005 y 2008, con 1300 mujeres que no tenían un diagnóstico de cáncer. Descubrieron que la tasa de cáncer de seno era 30 por ciento más alta para las mujeres que habían trabajado por turnos. Las mujeres que tenían al menos cuatro años de trabajo en turnos nocturnos, así como aquellas con menos de tres turnos nocturnos por semana (evitando que se ajustaran completamente a un horario) tenían el mayor riesgo”, señala el organismo.

Otra investigación publicada en el Journal BMJ, que tuvo como fin examinar si los rasgos del sueño tienen un efecto causal sobre el riesgo de cáncer de seno encontró evidencia consistente de un efecto protector de la preferencia matutina y evidencia sugestiva de un efecto desfavorable del aumento de la duración del sueño sobre el riesgo de cáncer de mama.

Y es que la cuestión es difícil si consideramos que dormir bien durante la noche es un desafío cuando se está en tratamiento, pero el no estar en quimioterapia tampoco es garantía de seguridad.

Como se mencionó arriba, las interrupciones en el "reloj biológico", que controla el sueño y miles de otras funciones, pueden aumentar las probabilidades de cáncer de mama, colon, ovarios y próstata. Así mismo, la exposición a la luz mientras se trabaja en turnos nocturnos durante varios años puede reducir los niveles de melatonina, hormona producida por la glándula pineal que tiene diversas funciones en el cuerpo y especialmente en la regulación del ciclo sueño-vigilia, favoreciendo el crecimiento del cáncer.

Tener problemas para dormir podría indicar cáncer:

Si bien los trastornos de sueño afectan a un pequeño número de personas sanas, hasta la mitad de los pacientes con cáncer tienen problemas para dormir. Las afecciones que tienen más probabilidades de afectar a los pacientes con cáncer son el insomnio y un ciclo anormal de sueño-vigilia.

Al respecto, el National Cancer Institute precisa que los trastornos del sueño son más comunes en personas con cáncer.


Foto: flickr.com


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Lo curioso es que tampoco se trata de dormir más tiempo, ya que esto favorecería la aparición de otro tipo de cáncer. 

Una investigación publicada en el Journal BMC Cancer que tuvo como fin cuantificar la evidencia disponible sobre la relación entre la duración del sueño sobre el riesgo de cáncer llegó al siguiente resultado:

"El metanálisis categórico indicó que la corta duración del sueño aumentó el riesgo de cáncer en los asiáticos y la larga duración del sueño aumentó el riesgo de cáncer colorrectal, pero estos hallazgos no fueron consistentes en el metanálisis de dosis-respuesta. Se necesitan ensayos controlados aleatorios a largo plazo y estudios prospectivos bien diseñados para establecer la causalidad y dilucidar el mecanismo subyacente a la asociación entre la duración del sueño y el riesgo de cáncer”.

Dormir nos ayuda a mejorar nuestra salud y si bien no siempre estamos relajados debido al ritmo y al estrés generado en nuestros trabajos, sería bueno encontrar un momento para tranquilizarnos y alejarnos de todo el ruido para cerrar los ojos y reposar de la mejor manera posible. Es por nuestro bienestar.


Con información de conferencia de prensa, sleepfoundation.org, Journal BMJhopkinsmedicine.org, ncbi.nlm.nih.gov, cancer.gov