La pandemia de covid tuvo un fuerte impacto en la salud mental de niños y adolescentes, situación que llevó a que el suicidio infantil aumentara 37% y se convirtiera en la tercera causa de muerte en ese sector de la población, alertaron especialistas.
Al participar en el foro “¿Infancia feliz en el encierro? El impacto de la pandemia”, realizado por SuMédico.com, los especialistas Graciella Beatriz Cámara Cáceres, doctora en Psicología y fundadora de Voz Pro Salud Mental, y Alberto Andón Hernández, especialista en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia del Hospital Regional de Psiquiatría Dr. Héctor H. Tovar Acosta del IMSS, explicaron los principales trastornos mentales a los que se enfrentaron los menores durante la pandemia y destacaron que es posible revertir la situación.
Cámara Cáceres recordó que somos seres sociales por naturaleza y por esa razón la pandemia cambió la vida de niños y adolescentes, que de un día para otro dejaron de jugar en las calles, de ir a la escuela y de salir a los lugares que les gustaban, lo que les causó mucha ansiedad.
Detalló que una de las consecuencias más importantes de la pandemia de covid fue que el suicidio aumentó en un 37% en niños de 10 a 14 años, por lo que pasó de ser la octava a la tercera causa de muerte en menores.
La Encuesta Nacional de Salud (Ensanut), reveló que durante 2020, mil 150 niñas, niños y adolescentes decidieron suicidarse, un promedio de tres casos por día, casi el triple de las defunciones por covid que ocurrieron en el mismo periodo.
Graciella Cámara, quien es una de las fundadoras de Voz Pro Salud Mental, indicó que las principales señales de alerta para evitar el suicidio son: irritabilidad, trastornos del sueño, ansiedad por separación, pérdida de interés por cosas o actividades, regresiones, problemas de concentración, pérdida de esperanza, hablar de la muerte o de querer desaparecer y consumo de sustancias.
En caso de observar la presencia de alguno de estos síntomas, destacó que es fundamental pedir la ayuda profesional, acudir con un especialista en salud mental que haga la valoración adecuada, que determine si el niño necesita medicamento y estar muy vigilante del menor, prácticamente no dejarlo solo hasta que esté recuperado.
¿Cómo saber si mi hijo tiene ansiedad o algún trastorno pospandemia?
Cámara Cáceres indicó que la pandemia también causó que el cerebro estuviera seriamente afectado por el estrés y eso tuvo un impacto negativo en el aprendizaje y desarrollo de los niños.
A esto se sumaron los cambios en el modelo educativo, para el que ni los padres ni los maestros estaban preparados, por lo que también hubo afectaciones en la salud mental de los menores al tener que aprender de otra manera.
La especialista señaló que además de la pandemia, otros factores afectaron la salud mental de niños y adolescentes, como la violencia intrafamiliar, que aumentó 24%, y la falta de actividad física, que a su vez provocó que siga aumentando la obesidad infantil en el país.
El doctor Alberto Andón Hernández explicó que la pandemia representó cambios importantes en los menores debido al estrés continuo al que estuvieron expuestos, aunque el impacto depende de las condiciones en las que se encontrara el menor antes de la llegada de la covid.
Recordó que antes de la pandemia ya había niños y adolescentes que padecían algún trastorno mental, por lo que ellos además enfrentaron el problema de no recibir en tiemplo y forma la atención que necesitaban, debido a que en muchos casos se difirieron las citas de consulta.
El especialista del IMSS enfatizó que la forma en que los menores procesen la situación que vivieron durante la pandemia dependerá de las estrategias de afrontamiento que tengan, aunque se prevé que pueda haber un efecto de rebote en casos de ansiedad y depresión.
Detalló que habrá quienes lo procesen bien podrán regresar de mejor forma a la normalidad, mientras que otros continuarán con signos de estrés postraumático, por lo que podrían requerir de cierto manejo especializado en casa con apoyo de los padres y ahora en las escuelas.
Andón Hernández indicó que la ansiedad en los niños se puede detectar en diversas actitudes como sudoración de manos, sensación de que falta el aire, sentir opresión en el pecho, ganas de ir al baño continuamente sin razón, náuseas, sensación de querer gritar y sentir la amenaza de un peligro.
Sin embargo, indicó que la ansiedad en niños también se puede observar en cambios en la conducta, cuando tienen más berrinches, son más inquietos o presentan alteraciones en el patrón del sueño.
El experto explicó que estos síntomas se pueden manejar con estrategias como respirar profundo, con regulación afectiva o en algunos casos con tratamiento farmacológico.
“No debemos tener miedo al medicamento que prescribimos”, destacó el médico, quien señaló que no es algo que vaya a hacer dependientes a los menores, pues se les brinda de acuerdo a su peso y sólo por un tiempo de mantenimiento.
Mientras, Graciella Cámara detalló que para ayudar a los menores que presentan alguno de estos síntomas hay que tener una comunicación abierta, tener actitud positiva, trabajar en el manejo del estrés, llevar hábitos de vida saludable y realizar actividades en familia como jugar.
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