Especialistas de la Universidad de Oxford mencionan que la salud mental de los niños está peor que nunca y que un método común como el mindfulness no sirve.
Los expertos indican que nos encontramos en una época de crisis en la salud mental de jóvenes, pero la meditación y las técnicas como el mindfulness no son la solución.
De hecho, pudieron ver que el mindfulness no mejoraba la salud mental de los niños en edad escolar y la mayoría de los pequeños se iba porque la práctica les parecía muy aburrida.
Mindfulness en niños no sirve: ¿Qué puedes hacer?
Los investigadores pudieron ver que cuando pusieron a los niños a realizar sesiones de mindfulness, los beneficiados fueron los maestros, pues a muchos de ellos les ayudó a evitar el agotamiento. Sin embargo, ninguno de los alumnos se vio beneficiado directamente… incluso algunos se vieron perjudicados.
Cabe resaltar que los factores como el riesgo de depresión, el funcionamiento emocional, social y conductual y el bienestar se midieron al principio, antes de la intervención, después de la intervención y al año de seguimiento.
"La intervención versus control/enseñanza de costumbre dieron como resultados peores puntajes en el riesgo de depresión y bienestar en alumnos con riesgo de problemas de salud mental tanto después de la intervención como al año de seguimiento, pero las diferencias fueron pequeñas y no clínicamente relevantes", indicaron.
En sus palabras, la dosis y el alcance más elevados se relacionaron con un peor funcionamiento social, emocional y conductual después de la intervención. Ningún factor de implementación se asoció con los resultados al año de seguimiento.
"Las ganancias previas y posteriores en las habilidades de atención plena y la función ejecutiva predijeron mejores resultados al año de seguimiento, pero la intervención no consiguió enseñar habilidades con relevancia clínica”, detallaron los expertos.
¿La solución? No los obligues a hacer algo nada más porque a ti te gusta
Se encontró que lo mejor era que los menores siguieran practicando el mindfulness, pero no a la fuerza, sino los que de verdad quisieran hacerlo.
“Es como llevarlos al gimnasio una vez y esperar a que se pongan en forma. ¿Por qué no practicaron los niños? Sencillo: Muchos de ellos lo encontraron aburrido", dijo el director fundador del Oxford Mindfulness Centre y coinvestigador de la investigación, Mark Williams
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