Cuando vemos celebridades bellas y talentosas en televisión, es común que creamos que tienen una vida perfecta, sin embargo, ese no es el caso de la actriz Megan Fox, quien declaró sufrir de dismorfia corporal. ¿De qué se trata este padecimiento? Te lo contamos a continuación.
En una entrevista para una famosa revista, un periodista cuestionó a la actriz sobre si ser “tan hermosa e inteligente” intimida a muchos hombres, a lo que Fox respondió que “las apariencias engañan”.
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“Podemos mirar a alguien y pensar ‘Esa persona es tan hermosa. Su vida debe ser muy fácil’ pero lo más probable es que no se sienta así”, declaró la actriz de Transformers. Y añadió “Sí, tengo dismorfia corporal. Tengo muchas inseguridades profundas”.
Dismorfia corporal
La dismorfia corporal o trastorno dismórfico corporal es un trastorno de salud mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más “defectos” de la apariencia física. Quien lo padece, tiene una imagen negativa de alguna o varias partes de su cuerpo.
Un artículo de la BBC explica que la fijación en ese detalle del cuerpo, aún cuando sea una percepción equivocada, puede ser muy obsesiva para la persona, al grado de sentirse tan avergonzado, intimidado y ansioso, que evite muchas situaciones sociales.
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Mayo Clinic destaca que cuando se padece dismorfia corporal, la persona se enfoca intensamente en la apariencia e imagen, revisando repetidamente el espejo, algunas veces durante muchas horas.
Síntomas de dismorfia corporal
El supuesto defecto y las conductas repetitivas causan angustia y poco a poco repercuten en la capacidad para funcionar correctamente en la vida diaria.
En general, este trastorno puede manifestarse con señales como:
-Preocupación extrema por un defecto físico que los demás no perciben o que parece poco importante.
-Fuerte creencia de que se tiene un defecto que hace lucir feo o deforme.
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-Pensamientos de que los demás hacen burlas del físico.
-Mirarse frecuentemente al espejo, arreglarse o rascarse la piel.
-Intentar ocultar los supuestos defectos con ropa o maquillaje.
-Compararse constantemente con otras personas.
-Evitar situaciones sociales.
La obsesión por lucir “perfecta” muchas veces puede llevar a realizarse procedimientos cosméticos para tratar de “arreglar” el defecto percibido. Esto causa una satisfacción temporal o una reducción de la angustia, pero a menudo la ansiedad regresa y es posible que se vuelvan a buscar maneras de arreglar los supuestos defectos.
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¿Cuándo buscar ayuda?
La dismorfia corporal causa una intensa vergüenza y angustia que pueden impedir que se busque tratamiento, sin embargo, es importante acudir con un profesional de la salud mental en cuanto se detecten los síntomas, pues es un trastorno que no mejora por si solo con el tiempo, al contrario.
Cuando no se trata, empeora y provoca ansiedad, depresión grave y hasta pensamientos y conductas suicidas.
Así mismo, puede ser un factor desencadenante para otros trastornos como el obsesivo compulsivo, de alimentación, el abuso de sustancias y la fobia social. En algunos casos, el uso excesivo de cirugías estéticas puede ser causa de dolor físico y desfiguración.
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No hay una forma de prevenir la dismorfia corporal, sin embargo, al identificar los síntomas y acudir con un experto, es posible recibir un tratamiento que lo controle y reduzca el riesgo de recaídas.
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(Con información de Mayo Clinic y BBC Mundo)