Elementos de la Universidad de Málaga y la Universidad de Texas creen haber encontrado un nuevo tratamiento para el Alzheimer que puede ser menos invasivo para las personas que lo reciban.
Su nueva aproximación en los tratamientos para el Alzheimer consiste en reducir proteínas tóxicas en el cerebro, que son el principal motivo de muerte neuronal en el Alzheimer.
¿En qué consiste este tratamiento para el Alzheimer?
El Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar. Con el paso del tiempo, el daño llega al punto de incapacitar a las personas incluso para realizar las tareas más sencillas.
La causa del Alzheimer más estudiada es el aumento y acumulación de una proteína anormal en el cerebro llamada proteína betamiloide, que todos tenemos.
El neuropsiquiatra Edilberto Peña de León resalta que cuando el cerebro empieza a cometer fallas por la edad, se vuelve de 42 aminoácidos y ya no es soluble. Esto hace que se pegue a los vasos sanguíneos y a las neuronas de las zonas de la memoria, donde las comienza a lesionar.
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Málaga y la Universidad de Texas, lograron reducir en un 40%-80% la cantidad de proteínas tóxicas en un modelo preclínico.
La autora principal, Inés Moreno, destaca que estas proteínas también están presentes en la sangre y que se encuentran en equilibrio con el cerebro, por lo que si se eliminan los agregados el procedimiento puede servir como diana terapéutica contra el padecimiento.
Hoy es el #DíaMundialDelAlzheimer. Un nuevo estudio realizado por la científica de la UMA Inés Moreno ha identificado una posible terapia no invasiva que podría frenar dicha enfermedad. +info: https://t.co/MzLn73BsjI#Investigación pic.twitter.com/zly6I2Dgi2— Universidad de Málaga (@InfoUMA) September 21, 2022
“Eliminar las proteínas tóxicas del cerebro es el objetivo de la mayoría de las terapias actuales contra el Alzheimer. Constatamos que, si quitamos toxinas de la sangre, éstas drenarían del cerebro a la sangre de nuevo en busca de un equilibrio, mejorando los signos clínicos y la patología de la afección”, mencionó Moreno.
La manera de hacer este procedimiento es mediante el intercambio de sangre total con sangre normal, aunque los autores señalan que en la actualidad todavía no se conoce el mecanismo exacto por el cual el intercambio sanguíneo disminuye la patología amiloide y mejora la memoria.
“Nuestra aproximación abre la puerta a posibles estrategias terapéuticas no invasivas, que funcionen a nivel circulatorio”, indica Moreno.