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Así puede afectar a tu salud el aumento de videollamadas en cuarentena

Expertos advierten que el exceso de videollamadas nos está causando estrés digital y ansiedad, lo que puede manifestarse con problemas para dormir y angustia

Escrito en MENTE SANA el

Desde que inició la cuarentena por coronavirus (covid-19) lo que ha permitido mantener la comunicación con las personas que no podemos visitar son las herramientas tecnológicas, especialmente las que nos dejan ver y escuchar a la otra persona. El problema es que ahora, pasamos gran parte del día con estas tecnologías y expertos advierten que el aumento de videollamadas en cuarentena podría tener consecuencias negativas en la salud mental.

Como ahora ya no hay “pretextos” para rechazar las videollamadas de amigos, pareja, familiares y compañeros del trabajo, se estima que se pueden pasar hasta siete horas o más al día en esta actividad.

Consecuencias por videollamadas en cuarentena

Cada vez son más los expertos que alertan sobre el aumento de los episodios de angustia y agotamiento provocados por la proliferación de las reuniones virtuales o videollamadas durante la cuarentena.

Se estima que la mayoría de las más de 2,500 millones de personas que están en casa como medida preventiva del covid-19 alrededor del mundo, han usado alguna o varias de las aplicaciones para hacer videollamadas en las últimas semanas.

Estas herramientas tecnológicas se han convertido en fundamentales para estar en contacto con amigos y familia, para trabajar o simplemente para aliviar el sentimiento de soledad, pero con el paso de las semanas, el uso excesivo ha desencadenado efectos secundarios en los usuarios, quienes afirman sentirse más abrumados y estresados por la cantidad y duración de estos encuentros.

“Ahora vivo y me organizo los días según las videollamadas pendientes, intentando hacer las tareas en los ratos libres que tengo entre una y otra. Hay días que enlazo varias porque, ¿cómo voy a decir que no? No quiero parecer grosera rechazándolas y no es creíble que, con todo el tiempo que tenemos ahora, vaya a estar siempre ocupada”, confiesa una joven de 29 años a SModa de El País.

Al respecto, Silvia García Graullera, psicóloga clínica del Centro Psicia en España explica que estamos viviendo un momento de mucho estrés digital, donde estamos obligados a dar respuesta inmediata a los mensajes, llamadas y videoconferencias, lo que está creando muchos problemas de ansiedad por el hecho de no poder “desconectarnos”.

“El simple hecho de saber que a una hora concreta habíamos quedado en conectarnos ya me hacía sentir mucha ansiedad anticipatoria, incluso sin estar conectada”, confiesa la misma joven entrevistada.

Hay quienes afirman que incluso se sienten mal de decir que ya quieren colgar porque ya no están hablando de nada interesante o porque simplemente están cansados y quieren dedicar tiempo a ellos mismos. 

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Los expertos señalan que la ansiedad que produce no saber desconectar está creando muchos problemas emocionales, lo que se suma al cansancio tecnocerebral por estar tantas horas delante de una pantalla, que suele manifestarse con síntomas como:

-Irritabilidad

-Dolores de cabeza

-Insomnio

De hecho, Suzzanne Degges-White, una profesora de la Universidad de Northern Illinois, ha creado un nuevo concepto para definir el cansancio y ansiedad causado por el aumento de videollamadas en la cuarentena: Zoom anxiety.

La experta también indica que otro problema con las reuniones virtuales es que como solo vemos el rostro de la persona, no existe el suficiente lenguaje corporal, que en muchos casos representa más del 80% del mensaje que queremos comunicar, por lo que tenemos más dificultades para conversar y perdemos gran contexto y profundidad de lo que intentamos decir.

Hacer videollamadas en exceso también puede causarnos angustia por nuestra imagen corporal, pues estas tecnologías nos obligan a mirarnos a nosotros mismos durante una conversación, lo que impide que nos concentremos en la comunicación y estemos más pendientes de vernos bien.

¿Qué hacer para protegernos?

Es imposible no hacer uso de estas herramientas tecnológicas, pero los expertos recomiendan que no dediquemos demasiado tiempo a estar conectados.

Lo ideal es que fijemos horarios de desconexión y dediquemos más tiempo a otras actividades personales, como hacer ejercicio, leer o meditar.

También hay que entender que el hecho de estar en casa no significa que tengamos que estar conectados todo el día ni estar disponibles todo el tiempo, es importante proteger los espacios que dedicamos a nosotros, sin sentimientos de culpa.

Así que olvídate de estar en decenas de videollamadas en cuarentena, aprende a gestionar tu tiempo para dedicar solo una parte de tu día a hacerlas y siempre prioriza el tiempo para ti, sobre todo si ya tienes síntomas que indican niveles elevados de estrés y ansiedad.

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