¿Qué tan preparada está la población para los efectos de la alerta sísmica? Al respecto, especialistas de la la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayan la necesidad de revisar los efectos de la alerta sísmica.
Y es que, el sistema de Alerta Sísmica Mexicano opera para la CDMX desde el año 1991, y para Oaxaca desde 2003 y Allen Husker, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, explica que es necesario que se hagan estudios desde la sociología para conocer acerca de la respuesta de la población ante la alerta sísmica que funciona desde el año 1991.
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Alerta sísmica es realmente una preparación mental
Husker refiere también que, aunque las reacciones exageradas son poco frecuentes, un porcentaje pequeño de la población responde de manera “imperfecta” ante una alerta, lo cual podría generar consecuencias graves y añadió:
Se ha trabajado para crear una cultura sísmica con las alertas y simulacros, pero en realidad las personas se asustan al escucharlas, incluso más que cuando se presenta el movimiento. Quedan paralizadas ante el sismo y a veces hasta saltan por las ventanas por el temor de que su edificio colapse.
No contemplan la parte humana... Luego de revisar los sistemas de alerta en la Ciudad de México y California, el universitario concluyó que éstos no contemplan la parte humana y eso es justo lo que hace falta pues los involucrados en el tema de sismos, son sismólogos.
A diferencia de California, en la CDMX se utilizan bocinas y algunas aplicaciones para teléfonos inteligentes, en California, se utilizan solamente los móviles, lo cual produce consecuencias diferentes de alertamiento:
Si en Los Ángeles alguien que reciba una alerta se distrae mientras maneja por una de las muchas carreteras de alta velocidad, podría generar un accidente que afecte a muchos más conductores. En México, el alertamiento se basa en magnitud, pero debería ser por intensidad, es decir, cómo lo sentirá la gente: si está cerca del epicentro la intensidad es enorme, si está lejos, es bajo, y en ese parámetro debería apoyarse.
Para entender mejor lo anterior, el especialista detalla que en la CDMX es adecuada la posición de la alerta, pues se encuentra relativamente lejos de la costa, donde se originan los sismos de magnitud considerable; entonces el tiempo en que viajan las ondas sísmicas permite anticipar por 30 segundos y hasta poco más de un minuto.
¿Por qué no siempre suena la alerta?
El investigador también refiere que la gente suele molestarse porque pese a que suena la alerta sísmica, no se percibe el temblor, aunque esta suena por cualquier movimiento de magnitud 5 o mayor, aunque no se perciben cuando el epicentro es lejano.
En ese sentido, especialistas han explicado que el sonido de la alerta genera miedo en la población y ese miedo, al ser una emoción, puede generar distintas formas de reaccionar, entre ellas:
- Desesperación
- Impotencia
- Frustración.
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Además de los anteriores, pueden presentarse, sudoración excesiva, temblores y en casos graves, ataque cardíaco.
Finalmente, ante la exigencia rápida de información sobre los sismos, es necesario que se difunda que la alarma es una forma de preparación mental ante una sacudida inminente y Husker advierte:
Desafortunadamente, aquí la mayoría de la gente no toma en cuenta las medidas de protección civil, además el ruido ambiental a veces hace difícil escuchar la alarma.
Y tú, ¿ya identificaste tus reacciones ante la alerta sísmica?