PSICOLOGÍA

¿Por qué algunas personas siempre dicen que sí, aunque no quieran? La psicología responde

Si eres de los que siempre dicen sí aunque no quieran, hay algunas técnicas psicológicas que pueden ayudarte a cambiarlo

Existen razones psicológicas por las que no puedes rechazar a la gente.
Existen razones psicológicas por las que no puedes rechazar a la gente. Créditos: canva
Escrito en MENTE SANA el

¿Sueles decir que sí a algo que en realidad no querías? Este comportamiento puede ocultar más que un miedo a decepcionar a los demás y la psicología detalla que las personas que hacen esto con frecuencia suelen tener algunas características en común. 

Tu incapacidad de decir "no" tiene que ver con la asertividad. Foto: canva

Poder decir que no tiene que ver con algo llamado asertividad, un concepto que se definió en 1940 por Andre Salter y que corresponde a un rasgo de personalidad relacionado con la expresión de los derechos y sentimientos personales. 

Esto significa que tener asertividad incluye el poder decir “no” cuando no deseamos hacer algo, apunta el portal La Mente es Maravillosa

Hay personas con mayor tendencia a la asertividad o que pueden fácilmente rechazar lo que no quieren sin temor al qué dirán mientras que otras, simplemente sienten que no pueden hacerlo. Lo que pocos saben, es que la asertividad se puede aprender y aquí te damos las claves para conseguirlo.

¿Cómo dejar de decir que sí cuando en realidad no quiero?

La asertividad es la capacidad para poder expresar nuestros derechos, opiniones y deseos de una manera directa, pero sin herir los sentimientos de los demás.  

Suena fácil pero lo cierto es que hay diversos factores por los que para algunos resulta imposible ser asertivos y poder rechazar lo que en realidad no quieren. Por lo general, las personas con estas dificultades enfrentan:

  • Miedo al que dirán, a que los critiquen o a no opinar igual que los demás
  • Inseguridad emocional que los hace querer buscar la aceptación constantemente 
  • Necesidad de pertenecer porque ya los han rechazado antes, sobre todo en la infancia 
  • Sentimientos de culpa constantemente
  • Falta de autoestima

Recuerda que al decir que sí cuando en realidad no quieres aceptar algo te causa un daño emocional importante, porque estarás complaciendo a los demás antes que a ti mismo, lo que a la larga te va generando sentimientos de frustración y descontento. 

Al aceptar lo que no quieres te traicionas a ti mismo. Foto: canva

No puedes hacer feliz a todo el mundo pero sí puedes trabajar en algunas técnicas de la psicología para aprender a decir que no aplicando la asertividad:

  • Practica el disco rayado 

Esta técnica de la psicología consiste en repetir lo que piensas sin dejarte llevar por lo que los demás te dicen. Lo puedes aplicar cuando alguien te pide algo que en realidad no quieres hacer, solo repite en tu cabeza lo que de verdad quieres y por más que la otra persona insista, mantente firme, diciendo de manera clara y a los ojos que no estás interesado en ese momento en aquello que te propone. 

No te dejes llevar por la culpa creyendo que eres demasiado egoísta, recuerda que, si algo te hace perder la libertad personal, no debes obligarte a hacerlo, decir “no” es parte de una asertividad saludable

  • Deja de enfocarte en lo que piensen los demás 

Este paso es muy complicado porque siempre nos han dicho que agradar a los demás es muy importante y que es una falta de respeto no ceder ante sus peticiones, pero debes tener muy claro que lo que piensen los demás son solo eso, pensamientos y no lo que ocurre en la realidad.

Deja que las personas piensen lo que quieran, no puedes controlarlo, pero sí puedes sentirte mejor cada día con las decisiones que tomes y eso sí que tendrá un efecto en tu vida. 

Tu tranquilidad es más importante que el qué dirán. Foto: canva
  • Prioriza el autoconocimiento 

Si no sabes qué quieres, difícilmente podrás saber cómo rechazar a los demás, así que date el tiempo para conocerte a ti mismo, encontrar tu camino y tener más confianza para expresar tus opiniones. 

Cuando tienes un auto conocimiento bien trabajado habrá poco espacio para las dudas y eso te permitirá poder decir “no” cuando lo necesites sin tener culpa ni miedos.

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