Cómo tranquilizar a un gato en 10 pasos

Tranquilizar a un gato inquieto no siempre es tarea fácil. El secreto para lograrlo es la paciencia y brindarle mucha atención.

Los felinos, al ser separados de su madre antes de los cuatro meses, son más propensos a mostrar hiperactividad cuando no reciben atención y afecto adecuado, desarrollando comportamientos agresivos.

(Foto: YouTube)

Cómo tranquilizar a un gato en 10 pasos

1. Dirígete a él de forma tranquila

Háblale con cariño a tu gato y siéntate a su lado, eso ayudará para que se tranquilice y vea que no representas ninguna amenaza para él.

2. Conquista al gato

Ayúdate con un poco de comida húmeda, será algo a lo que no podrá resistirse. Si logras su acercamiento, acaricia su cara, rózale la nariz con la ayuda de tus dedos.

3. No lo presiones

Si en tu intento por acercarte tu gato te rechaza, no lo presiones, deja que observe el ambiente y cuando se sienta seguro, él mismo se acercará.

4. Evita todos los ruidos

Llévalo a un lugar tranquilo en el que no se sienta amenazado ante la presencia de ruidos, niños, personas u otras mascotas.

5. Usa feromonas

Sirven para ayudar a calmar a los gatos que están intranquilos.

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6.Ten mucha paciencia

Si tu gato te percibe cercano y relajado, él también lo estará y será más fácil que se acerque a ti, porque si percibe lo contrario se pondrá nervioso y querrá huir.

7. Dale mucho cariño

Ponlo en tus piernas, acarícialo mucho y dale masajes para que se relaje y se sienta querido, siempre y cuando se deje.

8. Juega con él

Esto además de relajarlo, refuerza el vínculo que tienes con él, lo cansa y de esta manera duerme mejor por las noches.

9. Ponle música

Si tu gato maúlla mucho por las noches ponle música suave y con poco volumen para que no se sienta solo.

10. Llévalo a un lugar cómodo y seguro

Si no estás en casa, lleva a tu gato a un lugar cómodo y seguro, exclusivamente para él. Déjale agua, comida y juguetes para que se distraiga.

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¿Cómo saber que un gato está intranquilo?

El gato se eriza constantemente.

Sus pupilas se dilatan.

Sus bigotes se mantienen rígidos e inclinados hacia atrás.

Mantiene las orejas acostadas sobre la cabeza.

Gruñe constantemente.

Se mantiene corporalmente encorvado.

Sudor en las almohadillas plantares.

Falta de apetito.

Rascado o lamido obsesivo.

Orina fuera del arenero.

Marcaje excesivo.

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Tu gato puede estar intranquilo, hiperactivo o nervioso por muchas razones, obsérvalo y fíjate a que se debe su cambio de comportamiento, para que lo ayudes a tranquilizarse con estos sencillos pasos que te ayudarán a calmarlo y a tener un vínculo más estrecho con él.

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(Con información de PETSbioforestal)