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“Los colegas hombres no tienen que demostrar que se merecen un puesto"

La doctora Mónica Cureño es la primera mujer directora de Investigación y Enseñanza en el Hospital Juárez de México

Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

La vocación de la doctora Mónica Cureño Díaz, directora de Investigación y Enseñanza del Hospital Juárez de México, surgió del deseo genuino del servicio. Es médica de formación, con especialidad en epidemiología, aunque se ha dedicado más a la epidemiología hospitalaria.

Actualmente la doctora Cureño es la primera mujer directora de Investigación y Enseñanza en el Hospital Juárez de México, pero el camino no ha sido fácil pues cuenta que ha enfrentado más retos por el hecho de ser mujer.

“Los inicios de la elección de la carrera ocurrieron desde muy pequeña, quizá es una historia en un sitio muy común de mucha gente que quiere ser doctora, solo que conforme vas avanzando en el estudio y lo laboral, te vas acomodando en ciertas áreas donde te gusta, te sientes más cómoda y crees que puedes aportar más”, relata en entrevista con SuMédico.

62.5% del personal del Hospital Juárez son mujeres

Egresó de la carrera de medicina en el 2003 y cuenta que eran un poco más mujeres que hombres, no era muy marcada la diferencia; sin embargo, cuando hizo la especialidad en epidemiología eran 10 personas, de las cuales 8 eran hombres y solo 2 mujeres. 

(Foto: Doctora Mónica Cureño) 

A diferencia de otras áreas donde prevalecen las mujeres, como la enfermería, en la epidemiología hospitalaria todavía hace algunos años había más hombres, pero eso ha ido cambiando con el tiempo, según relata. 

“Para tener una idea, actualmente tenemos 2 mil 890 empleados en el Hospital Juárez y de ellos el 62.5%, somos mujeres. En el caso del personal que estamos aquí en investigación, el 58% son mujeres”, señala.

Las cuatro directoras de área en el hospital son mujeres, el director general es hombre, pero el equipo más cercano, incluida la jefatura de los Servicios de Enfermería, está compuesto por mujeres.

{"field1":"“A través de los años se han ido librando algunos obstáculos con respecto al género, porque casi siempre los jefes, todavía hace unos 10 años, eran hombres”, dice. ","field2":""}

Los colegas hombres no tienen que demostrar que merecen un puesto

En su experiencia, asegura que como mujer se enfrentó no solo a que a veces era la más joven en su equipo de trabajo, sino que era la única mujer. “A mí me parece que la forma en la que uno va lidiando con ello es con mucha fuerza, con paciencia y pues obviamente con trabajo”, cuenta.

“Sin embargo, no es nada más decir ‘ya llegué y tengo esta posición’, si no es ‘ya llegué, tengo esta posición. Soy mujer y ahora les voy a demostrar que sí debería de estar aquí’, algo que no ocurre con nuestros colegas hombres”, lamenta.

(Foto: Doctora Mónica Cureño) 

La doctora Cureño tiene dos hijas, una de 16 años y una de 10 y considera que ha tenido un excelente compañero de vida, pues con el paso del tiempo han logrado evolucionar como equipo.

“En algunas ocasiones ha habido la charla entre ambos donde me dice ‘en qué más te ayudo’, entonces yo le digo que no quiero que me ayude, que es nuestra familia y tenemos que ver qué hacemos y cómo lo repartimos. Yo no necesito asistente, necesito un compañero de equipo, que vayamos hacia el mismo lugar. En este sentido creo que hemos evolucionado de manera adecuada y ha sido un excelente ejemplo para mis hijas”, dice orgullosa.

En su caso personal explica que no siente la necesidad de decir “es que las hijas y es que estoy haciendo el doctorado y el trabajo y las clases y la familia”, pues dice que aunque siempre está ocupada es su modo de vida y así es feliz.

La mujer latina que trabaja todavía siente remordimiento

“Por más que uno dice ‘la mujer de hoy es feminista y el ´he for she’, creo que culturalmente como mexicana, como latina, en el fondo siempre tienes una vocecita que dice ´no vi a mi hija hoy porque acepté dar una clase o tener una reunión con otros colegas y discutir de determinado tema, por gusto no por obligación de trabajo´ y te queda el remordimiento, pero creo que eso es parte de la evolución del pensamiento de la mujer”, señala.

Desde su perspectiva, cree que como mujeres tenemos que seguir trabajando, nosotras y las generaciones que vienen detrás para finalmente lograr la igualdad y no agradecer que tenemos un “excelente compañero” sino que sea algo normal. 

(Doctora Mónica Cureño) 

La doctora Cureño ha enfrentado muchos retos como mujer profesionista y uno de los que más recuerda ocurrió cuando fue responsable del control de infecciones en el hospital.

“Mi primer gran enfrentamiento fue con el jefe de la Terapia Intensiva, pues en ese tiempo había solo hombres a cargo de las principales áreas y el primer reto era que él supiera que yo era la nueva jefa, que me tenía que escuchar. Como mujer, tienes que irte ganando el lugar y la manera de hacerlo es con conocimiento, trabajo y acciones específicas”, resalta.

Otro reto que recuerda ocurrió cuando asumió un puesto todavía de mayor responsabilidad y todos sus compañeros de área eran hombres.

“Yo era la única mujer. Cuando trataban temas que tenían que ver con la infraestructura del hospital o alguna obra, casi sacaban las cervezas y se ponían a platicar y me dejaban un poco sin poder opinar, sentía que solo podía decir algo sobre la decoración. Tuve que estudiar mucho del tema para poder hacer comentarios apropiados. Con el tiempo las discusiones se hicieron más abiertas y ya no importaba el género, todos éramos autoridades poniéndonos de acuerdo”, dice. 

En cuanto a la investigación, no ha sentido un tema de bloqueo u obstáculo por ser mujer

El principal reto de la mujer trabajadora es no tener que justificar si es mamá

Para la directora de Investigación y Enseñanza del HJM, el principal reto de la mujer de hoy, de la mujer trabajadora, es que no tenga que justificar si es mamá o si está casada, que simplemente se les vea como personas capaces de ocupar cualquier posición y de gestionar su vida profesional y personal de la manera que mejor le acomode.

{"field1":"“Cuando eso se logre, podremos hablar del empoderamiento real de la mujer, sin que la comunidad de los hombres o incluso otras mujeres nos nieguen oportunidades solo porque tenemos hijos”, asegura.","field2":""}

(Foto: Doctora Monica Cureño)

Que exista un Día Internacional de la Mujer indica que queda mucho por hacer, según Cureño y más allá de victimizase, habrá que reconocer que existimos hombres y mujeres y ya, sin etiquetas.

“A ellos nadie les dice ‘oye, él es subdirector, director o jefe y, además, tiene dos hijos y su esposa está en casa o también trabaja’, nadie hace esa distinción como con las mujeres, que nos dicen ‘oye es bien trabajadora y tiene a sus dos hijas también’. Hay que olvidarnos de eso, yo soy Mónica Cureño y no digas si soy hombre o mujer”, resalta. 

Finalmente, la doctora afirma que entre mujeres deben empoderarse, darse fuerza, no bloquearse unas a otras, porque no queda más que seguir adelante, seguir luchando.

{"field1":"“Ojalá un día no tenga que existir el Día de la Mujer, porque ello va a significar que nuestro sueño de un mundo sin violencia y sin estereotipos, se hizo realidad”, concluye.","field2":""}